Los bloqueos están porque tienen que estar: Comprendiendo que las reglas del juego solo pueden aprenderse desde el bloqueo energético.

Los bloqueos de energía en el campo etérico, emocional o mental se materializan en el cuerpo bajo diversas formas. Enfermedades, contracturas, dolores, etc. La continua energetización de la zona afectada agrandará el problema y terminará por hacernos cesar nuestra actividad, para permitir ese «darse cuenta», ese aprendizaje de vida que hemos venido a encarnar.

En estas últimas semanas, diría incluso que estos tres últimos meses, he experimentado en mi cuerpo dolores que me han obligado a mirarme de cerca. Eran dolores que empezaron como un eco lejano, no desconocido, sino familiar aunque remoto y casi olvidado. Cuando retomé la actividad física intensa reaparecieron esos bloqueos yendo a más sin poder evitarlos.

La energetización de los músculos pone de manifiesto aquellos lugares por los que la energía no pasa y se traduce en contracturas, pinzamientos, esguinces, rupturas, etc. Anduve rota y cada vez más impedida en los movimientos hasta que…

«Estoy rota» fueron mis palabras alumbrando esa creencia inconsciente que planeaba en mi campo emocional. «Estoy rota y no merezco que me quieran», por eso mi cuerpo se rompió, para que mirase de cerca y viese que todo es una falacia que tomé como verdad absoluta. A veces ni siquiera es nuestra propia historia, sino la que heredamos de generaciones anteriores a la nuestra y que nos llega en cascada para que, en una inspiración de conciencia, decidamos terminar con siglos de autoengaño, propagación y transmisión de la miseria. Cada quien elige su propósito.

La fisioterapeuta, otra bruja de cojones cuya familiaridad me hace suponer que nada es casual, me dijo algo muy sabio que dio pie a otro gran avance en mi toma de conciencia: «Los bloqueos están porque tienen que estar». No sé a qué se refería y al mismo tiempo tuve una revelación que no pasó por la mente consciente AKA el cerebro. Los bloqueos están porque son necesarios para lo que venimos a aprender. Si tuviéramos acceso a toda la información, no habría aprendizaje.

La información nos rodea, cualquiera puede tener acceso a los famosos registros akáshicos. Son abundantes, son abundancia y están aquí y ahora. De nosotros depende poder beber de la fuente. En realidad todo está en nosotros y en lo que nos rodea. Lo único que nos aleja de la verdad son esas obstrucciones que obstaculizan el contacto con el manantial del origen. Cuando esto se hace consciente, cuando lo inconsciente pasa a formar parte de la conciencia, automáticamente se desbloquea el campo de información y ya está. Así de fácil y doy fe de ello porque me ha pasado y no soy un ser iluminado ni tampoco especial. Tengo un contrato de terminación de linaje. Conmigo acaban siglos de persecución, culpa, acusaciones, oscuridad. Elijo voluntariamente la luz, el amor y la consciencia. Acaba un círculo y empieza otro.

Soy una faceta de la consciencia suprema observando el todo desde mi prisma, con mis impedimentos. No hay almas, todos somos una misma alma que se observa a sí misma desde diferentes puntos. Esto es como el cuento de los ciegos que jamás habían visto un elefante y a cada uno lo ponen frente al mismo elefante desde puntos diferentes. El que está en la cola solo puede atestiguar de lo que es una parte del elefante y discrepará del que está frente a la oreja o del que está palpando la trompa. El animal es el mismo, no obstante.

Sólo soy una materialización energética bajo un campo de consciencia particular que es el que me da forma. Yo misma elegí mis bloqueos porque venía a aprender a destapar eso mismo que siempre se cruza en mi camino. Todos venimos a recordar algo que inconscientemente sabemos. He venido a sanarme a mí misma y a aplicar lo que aprendo para sanar a otros, es así y por eso la medicina nunca ha sido el camino. Es una falacia pensar en que tenemos poder sobre otros. Imposible, solo podemos acompañar en la sanación propia de otra persona. Escucharla y compartir nuestro propio camino. Es una estupidez egoíca pensar en que podemos sanarla. Solo puede sanarse ella a ella misma, nosotros acompañamos OBSERVANDO y cuando existe observador, la realidad toma forma.

Desbloquear implica acceder a la abundancia infinita que nos rodea, volver a la fuente y los bloqueos son absolutamente necesarios para aprender las reglas del juego de la matrix. Tenemos primero que creer que somos un cuerpo para darnos cuenta de que no somos un cuerpo.

Creer para ver. Ver para recordar.