Robe Iniesta, un jugador que sale de la matrix en 2025: No pasará al siguiente nivel de la humanidad.

No conozco los pormenores de aquello que lo ha matado. Seguramente murió de un «fallo cardíaco» (como si hubiera otra manera de morir).

Robe, sin conocerlo demasiado, seguirá vivo mientras su música continue sonando y lejos de enarbolar su arte o de santificarlo como suele pasar cuando alguien deja este juego, tan solo diré de él que me parecía un poeta con mucho rollo Bukowski.

Lo mundano, lo simple incluso lo sucio se torna en poesía cuando, entre bambalinas, asoma lo dicho a medias aunque comprendido por todos. Esa manera de entrelazar el jiñar y el amar que se consagra solo y ante lo cual rindo pleitesía pues pocos son (y cada vez lo son menos) los capaces de entretejer dos extremos tan duros.

Como melómana del silencio que soy, la música solo irrumpe en mi vida en momentos muy puntuales. No suelo escuchar cualquier cosa como ruido de fondo, sino que en esos instantes en los que la vida te cruje, elijo algunas piezas musicales para acompañar lo que sea que surja. Robe forma parte de la banda sonora de mi vida.

Para celebrar la existencia de Robe Iniesta dejo aquí la canción que me ha acompañado en más de una ocasión y una de mis actuaciones preferidas.

Robe, cuando te canses del descanso eterno, vuelve a jugar. Hasta entonces… disfruta de haber vuelto al origen o, por lo menos a uno de ellos. Gracias.

Un comentario en “Robe Iniesta, un jugador que sale de la matrix en 2025: No pasará al siguiente nivel de la humanidad.

Los comentarios están cerrados.