Si la vida trae algo, que sea un beso en la frente a lo que responderé con un beso en el corazón.
Si la vida dispone, que sea un abrazo sin fondo que no bride, que abrigue que tampoco sea desabrido ni demasiado saborido.
Si la vida no se opone, que traiga una sonrisa benevolente, que se quiera bien, que se quiera tanto (y no a lo tonto) que vaya hasta soltarme, si ello fuera necesario.
Que me quiera sin tanteos ni ilusiones de ilusionista.
Que no hagan falta las palabras, que la mayoría de veces las letras están sobrevaloradas.
Que sea una energía acorde sin discordia, de tan sencilla, complicada, de tan frágil, inquebrantable.
Que no haya fusión ni tampoco fisión, que brinde calma, dulzura y silencio el proceso.
Que no haya orquestas, ni bombos ni biombos ni platillo ni visillos y sí, en cambio, transformación, renacimiento, crecimiento e ilusión sin ass en el agujero, pero de A a zeta, como el asceta.
Que todo sea visible, transparente, sin adivinanzas.
Que lo que se quiera se diga y viceverso.
Que haya un yo más allá, mas halle también un nosotros.
Que no calle y sí casa, ni case si calla.
Que siga escribiéndose letras a sí mismo.
Que los susurros para mí se deslicen de igual modo hasta su oído.
Que los murmullos a la vida se oren para uno.
Me voy, me fui.
No a buscar lo que quiero para mí, sino a ser lo que quiero recibir.
Amen