Abundancia, sin más, todo lo demás sobra.

Hay más abundancia en una gota de agua, en un rayo de sol o en un soplo de aire que en todo lo material que podamos poseer en esta vida.

Desde bien pequeña, tanto como mi memoria alcanza a recordar y eso es mucho tiempo, he sentido el sinsentido del tener. Todavía a día de hoy miro y veo ingentes cantidades de «cosas» adornar estantes, acumular polvo para «hacer bonito». No es este un escrito que busque la crítica, me da igual lo que las personas necesiten poner en sus paredes para sentir que son o pertenecen, cada cual con su historia.

He sido tachada de tacaña por no tener. No tengo platos, los únicos dos que yacían en la alacena sirven de soporte para mis plantas. y ¿Dónde comes? Directamente de la sartén, menos trabajo, menos recursos para limpiar. No me enorgullezco, es sencillamente lo más cómodo y eso no me causa problema alguno, ni resistencia ni proyección de imagen ni nada.

No tengo mesa ni sillas para acoger una quedada entre amigos. Mis amigos saben cómo vivo y aceptan que venir a mi casa es exponerse a comer en plan tribal, en el suelo y del mismo cazo en el que cocinamos.

Tampoco tengo muebles, si acaso una estantería donde descansan los pocos libros que tengo y las muchas candelas que alumbran mis noches o madrugadas. No me gusta la luz eléctrica por ello no la prendo. Cuando el sol se esconde, me acompañan las llamitas incandescentes de mis velas.

Hasta el uno de este mes he estado duchándome con agua fría, no tenía calentador porque me di cuenta que consumía una innecesaria cantidad de gas y lo apagué. Reconozco que las duchas frías son vigorizantes, pero llega un momento que se convierten en tormento así que, en cuanto lo necesité, compré un nuevo calentador de agua que no dudaré en apagar cuando vuelva el calor.

Si puedo caminar en vez de transportarme en auto, lo hago. Esta es otra incongruencia que no comprendía, pagar un gimnasio para luego coger el coche para ir a la esquina. Dejé de pagar un gimnasio, mis lugares de entreno son el litoral y el monte para el cuerpo, el suelo de casa para la mente.

No tengo cazuelas, vajilla, potes de potingues que prometen la eterna juventud. Tengo lo estrictamente necesario para vivir dignamente y cuando veo que necesito, compro. Así vivo y me gusta.

Entonces lo de la abundancia…

Repito las líneas que han abierto este post:
Hay más abundancia en una gota de agua, en un rayo de sol o en un soplo de aire que en todo lo material que podamos poseer en esta vida.

Cada mañana me levanto con la sensación de ser. A veces, cuando la luz de la conciencia titila y se apaga, la sombra del ego se ciñe a mí y trata de volver a ocuparme. Está bien, no pasa nada, me vuelvo a sentir en peligro, desprotegida, insegura, pequeña, triste y asustada. Luego, resurge la refulgencia y se aleja el miedo, solo queda la abundancia que conduce al Amor. Abundantes somos todos por el hecho de ser y punto.

Me siento (con las posaderas o culo) en la terraza cuando el tiempo lo permite, con una taza de café, miro al horizonte, dispongo de mi tiempo, respiro y me lleno de vida. Eso es abundancia. Cierro los ojos y me doy cuenta de que mi mente también es el cuerpo y el cuerpo es mi mente. Que no soy nada, que soy la conciencia de no ser nada y que eso me permite serlo todo, depende del momento. En esos instantes, no existe más que el presente aunque solo tenga el presente como constante de vida y en demasiadas ocasiones me olvide.

Los pensamientos afloran, los miro, me río. ¡Te he pillado! Consciencia. Respiro de nuevo y vuelvo a pasearme por mí misma centrando la atención en aquellas partes del cuerpo físico que me quieren hablar. Un nuevo pensam… ¡Te he vuelto a pillar! Más consciencia, respiro nuevamente, me olvido de la mente que se deja pasear. Recibo del cuerpo los mensajes del entorno. Todo es calma, paz, tranquilidad.

El silencio se impone, más fuerte todavía y el nombre de una persona me llama. La amo, la amo profundamente, el pecho se calienta y sube por mi cuello una emoción. Siento su paso, el corazón se me acelera y sigue trepando el calor hasta llegar al cuero cabelludo. Estalla un llanto: ¡Cómo te amo, te amo, te amo!

¿Me oyes, Tania? TE AMO. Nunca jamás experimenté un amor tan puro, tan vívido, tan cálido, tan vacío de expectativa. Busco tu alma entre la oscuridad y el silencio y te encuentro en una manifestación. Pongo mis manos sobre tu vientre y desaparecen tus dolores, también los míos. Si me curo, te curo, así funciona el Amor. Eres yo, yo soy tú y nos amo. Viene a nuestro encuentro la estrellita de mi alma, por ella también explota mi corazón y vuelvo a llorar y vuelve a subir la emoción. Estrella, te amo, te amo, os amo a las dos. Solo quiero para vosotras cosas buenas. Me encuentro contigo en un abrazo infinito, me acaricias el pelo, me arrullas como una madre, me acoges y me besas en la frente.

Abundancia es sentir tanto amor en tan poco cuerpo. Abundancia es y está. Amor y abundancia son lo mismo y todo lo demás es un cuento que me cuento cuando la luz de la conciencia titila y la sombra del ego se permite volver. No pasa nada, ego, también tienes cabida en mí, te hago tu espacio y agradezco tu presencia porque también te amo y te acepto aunque a veces me dificultes la confrontación de ciertas situaciones. No pasa nada, te estoy educando.

Gracias Joan, por esta maravillosa foto, te tengo presente.

5 comentarios en “Abundancia, sin más, todo lo demás sobra.

  1. Avatar de Esther
    Esther dice:

    Ay, ya te lo dije, cuando lo leí me quedé muy emocionada, es muy hermoso todo lo que sientes y como lo expresas, te lo repito si es necesario, mil veces ;))) Me imaginado a las tres abrazadas y uniendo nuestras tres cabezas formando una triple diosa pensando además que como la realidad parece ser fractal, o al menos así parece que podemos interpretarla, esa triple diosa ya está en nosotras como loe está también la perfección de esa gota de agua. No tenemos que hacer nada pero que lindo es en ese devenir de no ser y ser todo intentar Ser nosotras mismas. Un abrazo enorme, Algodoncito luminoso.

    Me gusta

Replica a elrefugiodelasceta Cancelar la respuesta