Hoy no me siento ni en la cama, ni en la calle.
Sobre todo, sobre nada, en la calle no.
No me siento.
Que fuera llueve
Y ya se sabe lo que dicen de la lluvia,
arrambla con todo la muy jodida.
no tiene miramientos
En gallego se la llama borralla
a la lluvia menuda y poco intensa,
pero hasta esta, si persiste, puede arrastrar las penas.

Y yo no quiero que nadie me las quite
que son mías y a gusto estoy con ellas.
Ni tampoco quiero que se laven
pues me gustan así, usadas y cómodas.

Cuando se mojan, encogen siempre un poquito
A mí me gustan anchas, que no me aprieten


He decidido menguar
para poder salir a la calle
Aunque llueva.