Te partiría la boca a besos sin temer las consecuencias

Te perdonaría la vida con un ¿Cómo estás?

Si te evisceraras de ese puto orgullo

Te vaciaría las entrañas de la inercia inerte

Te daría la vida, pariendote de nuevo para mí

Con el corazón latiendo de rabia, odio y pasión

Te reventaría el tórax con la camisa de fuerza de mis brazos

Enfermarías con las ignominias susurradas a tu oído

Con el vendaval que levanta la llegada del clímax

Exhalando estertores como anunciación de la pequeña muerte.

Arde y consúmete conmigo, cretino.

Déjame ahogarte sin piedad entre mis piernas

y torturarte en un arte de facto mío, sólo mío

Molerte a caricias después de haberte violentado

Hacerte mío de un fogonazo, rápido, breve y doloroso

Degradarte a lametazos hasta borrarte el rostro

Anda por ahí y que te den… ni una ínfima infamia de alguna ninfa sin nombre

Desgraciado, ódiame o quiéreme pero siénteme.

En mi vientre deprivado, ¡Depravado!

Eres una jodida obsesión que despierta mi lado más salvaje y sanguinario

No es amor, es sexo, droga y autodestrucción.

Adoración de esta oscuridad que te siente hasta el fondo.

Eres parte de mí, eres mi creación.