«Porque sin buscarte te ando encontrando por todos lados, principalmente cuando cierro los ojos»
-Julio Cortázar-
Vi un globo rosa perdido en el cielo. La corriente lo mecía ya sin propietario. Algún niño chiquito se quedó sin juguete. «Pide un deseo» me dijo ella. Así lo hice y el globo siguió subiendo hasta desaparecer.
Paseando por la riba del río hallé unos dientes de león. «Pide un deseo» me repitió. Enmudecí y soplé la flor cuyas semillas se mezclaron con el viento.
«Oh! Tienes una pestaña desprendida, espera». Con cuidado, la posó sobre la yema de su dedo presentándomela en ofrenda. «Pide un deseo». De un bufido la pestaña se perdió en el mundo.
Por debajo de la falda, le vi una estrella fugaz al cielo mientras echaba una moneda a la fuente de la que un día imaginé como nuestra plaza. Esta vez perdí un deseo, ¿Por casualidad lo viste?
Si alguna vez lo encuentras, quédatelo tú.
Te deseo un deseo.
–Un mundo nace cuando dos se besan–
Octavio Paz
Cuentan que las niñas con pompero que corretean alrededor de esa fuente suelen caerse de boca causando la hilaridad de las buenas personas que asisten a tal prodigio.
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Es triste que la bondad e inocencia causen hilaridad… Cuando esto ocurre el que se mofa tan solo hace gala de un hambre de pureza y una sobredosis de ironía que es el arma de los débiles. Las niñas que se caen de boca están aprendiendo a volar. Un abrazo
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Esta en concreto voló bajo.
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Lo dicho… débiles
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