Después de tantos meses con esta sensación extraña tirándome hacia arriba desde el supuesto chakra corona, acepto que cada vez que me siento a meditar puede ser así. Una envoltura se desprende de mi piel y me hace extremadamente sensible a cualquier pequeño ruido o soplo de aire. Parece que todo se mueve, siento que mi cuerpo se quiere despegar de mí, especialmente la zona de las piernas y la cadera.
Hoy, no obstante, he sentido un vuelco tan fuerte desde los primeros minutos que me han entrado ganas de vomitar. Ha sido como caerse en un agujero negro mental y la subida de la kundalini ha sido tan descontrolada que me ha provocado un mareo.
Le llamo kundalini porque eso me han dicho, yo no tengo ni la más remota idea de lo que me pasa, tan solo puedo describir sensaciones y los demás las bautizan. Decidí abandonarme a la experiencia sin tener el vocabulario para ello, así, no estaría condicionada por el pensamiento ni el control de lo que acaece. No sabiendo poner nombre al proceso interno, no podría crear la sensación desde el pensamiento, por lo tanto solo podría vivirla sin control. A veces siento miedo, como hoy, y me aferro a la respiración que disipa la naúsea. Hay días en los que se siente como la muerte, entonces me muevo no me muero.
Así está siendo el viaje. A días tranquilo, a días movido. No sé cuán importante será el influjo de la luna llena en este devenir de la experimentación. Solo sé que siendo cáncer con la luna llena en cáncer estoy pletórica y rellena de amor, como una berlina a petar de chocolate. Me quema el corazón y el calor se expande por el cuerpo mezclándose al flujo sanguíneo. Las manos se me incendian y no sé qué hacer con tanto. Creo que le llaman abundancia. No tengo platos ni muebles pero cantidades ingentes de amor. Me basta y me sobra.
Tengo muchas visiones que me vienen casi sin pedirlas y cada vez se hila más fino la certeza de que estoy en el camino correcto. Las sincronicidades apuntan hacia una misma dirección y, lejos de sentir prisa por terminar de tejer el manto del destino, me siento a sentirme día tras día y disfruto del sendero hacia lo inevitable. Está llegando, siento que está a la vuelta de la esquina, pero lejos de estar nerviosa o expectante, no espero nada, sino que observo el transitar del paso firme y pausado.
Me gusta tanto mi realidad, sí esa que no existe más que en mi cabeza, que no deseo más que pequeños cambios que pueda ir integrando sin sentir que da un vuelco de 180 grados. Un sentir y un suspiro son las pequeñas cosas que van haciendo virar el navío hacia el horizonte de los confines del mundo.
Yo lo sé porque cada día es más flagrante. Mi mente me dice que me estoy volviendo loca, que son ideas mías que eso no existe y bla bla bla. Mi cuerpo me dice que no, que ahí sí que es, que no hay otra opción porque no hay otro deseo, se siente correcto aunque puede no ser compartido. No pasa nada, cuando se tiene la certeza que eso es lo que sí, todo lo demás cae por su propio peso. Lo superfluo se lo lleva el viento. Ahí sí, ahí puedo reposar mente, emoción y cuerpo porque es mi propia alma la que me espera.
Me fue concedido el permiso de contactar y me hallé a mí misma, por eso no siento emoción alguna, porque cuando estoy conmigo a solas solo hay sentimientos, no emociones, es tranquilidad, calma y una inconmensurable aceptación del personaje. Me da igual lo que sea fuera de estas cuatro paredes, sé que es y punto. Respiramos y el tacto aterciopelado, el olor a limpio, el fluir de la inspiración y exhalación se unen con la sístole y diástole y no hace falta nada más. Las palabras sobran y este escrito se está alargando más de la cuenta.
Te felicito Asceta 👌
😘
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¡Agua a raudales y a flor de piel!.
Cada persona tiene sensaciones diferentes, calambres, movimientos involuntarios, calor. Hay que transitarlos.
No es fácil hacerlo y sentirlo todos los días.
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Ya ves! Estoy leyendo cositas por aquí y po allí y madre mía, sí que hay un multiverso de sensaciones!
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Querida amiga
He decidido revivir a mi yo poeta, dejando breves poemas por aquí cada semana. Te invito a pasarte por mi blog y darme impulso para que siga con mi proyecto.
Por último, desearte una feliz navidad y próspero año nuevo y que sigamos aquí, regalando a cada lector un rato de buena lectura.
P.D: Espero algún día experimentar esa sensación!. De momento me quedó, con el gran recogimiento y paz interior que vivo muchas veces cuando me siento a meditar. Namasté! 🙂
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Se alarga, para nuestra suerte. Hermoso leerte, Algodoncito. Mil y un abrazos.
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Besitos Estrellita! Hermosa!
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