Porque nada importa, porque este es el sueño porque estamos aquà y ahora. Nuestra unión hace que todas las fantasÃas, pequeñas y grandes sean POSIBLES, que todo pueda explotar en cualquier momento de la forma que sea porque de esta unión sale la posibilidad. No importa si jamás ocurre nada de nada, lo habremos soñado, deseado, imaginado y por lo tanto vivido intensamente. Insistimos en que el camino es la meta pues nadie viaja a ninguna parte si no parte de algún lugar. El transcurso del tiempo es lo que debe importar pues esas semillas de mostaza son lo que nos llevaremos a la tumba: sueños, momentos de felicidad y plenitud
En época de odiosa incertidumbre como lo es nuestro presente, somos capaces de inventar y revertir la situación. Toda nuestra vida está cambiando diariamente y de cualquier manera imaginable.
Quiero más y eso es imposible de ignorar, imposible de ignorar. Que cada vez que nos vemos volamos más alto, más lejos y cada vez hay menos de todo alrededor. La capacidad de abstracción aumenta y entonces ya no necesitamos nada, sólo con nuestras mentes con las que somos capaces de vivir en la total conceptualización y aricular un lenguaje de una extraña dimensión que no es de este planeta sino de algún cometa fuera de circulación.
Lo hacemos todo por nuestra cuenta, declarando la independencia de nuestros medios, siendo libres en la imaginación, no necesitando otro capital más que el creativo.
Ven, acuéstate a mi lado y dejemos llevarnos por la imaginación porque la ficción es y será nuestra única realidad. Las causas perdidas siempre fueron nuestras preferidas, ¿recuerdas? ¿Pero qué le vamos a hacer si nos fallan muchas piezas por creer que la BELLEZA NO SE RINDE ANTE EL PODER?
Y todo esto es posible porque tenemos una mente totalmente asombrosa y somos capaces de entender que «nothing else matters». No importa nada más que esto porque de nuevo, cuando estemos de camino a la tumba, son estos instantes los que nos acompañarán. No importa nada más que esto, el aquÃ, el ahora y el nosotros. Nos olvidamos del mundo en esta habitación, tumbados, mirando al techo y soñando que una utopÃa a tu lado es posible. Olvidemos lo que nos enseñaron antes de que seamos demasiado mayores y el tiempo nos haya ajamonado y amojamado.