Verte también es mi color favorito.
Verte alegre, verte triste,
verte crisálida a punto de estallar,
verte morado, aterciopelado o a terciovestido.

Vértebra de inteligencia cincelada con orfebrería,
emoción vertebral sabiamente articulada,
Bálsamo cromático de aromas endulzados,
todo lo eres tú, mi arcoiris invertido.

Flor primaveral de otoño, naciste del revés.
Almendro de verano, que a destiempo despertó
como un melocotón en invierno que a contrapelo existe.
Perfecta imperfección del orden caótico universal.

Con azulejos de cercanía construímos nuestro ideal.
Lo semejante, fantástico, arbóreo e irreal
mezclados en una paleta multicolor
en la cual perdura la mirada inocente de nuestro niño interior.

Versos en celo dibujan una tímida amistad.
Prosas que solo para ti posan.
Reposan en los posos de los pozos ya pasados,
soldando puertas y curando heridas.

Vernos incorpóreos del cielo prendidos,
perdidos en un verdadero vertedero de colores
pero donde, el verte, seguirá siendo mi color favorito.

Para ti, aforismo de exquisita sensibilidad.