En el mercado del siglo 21 las conversaciones ya no son lo que eran. El autor «del tener al ser» quedaría anonadado de tanta diversidad.
Juani: ¿Qué tal Pepi?
Pepi: Bueno, haciendo.
Juani: Uy, ¿Y eso?
Pepi: Chica, que estaba el otro día con el «hola» en la peluquería, para lavar y marcar, y me quedé patidifusa.
Juani: ¿Qué me dices?
Pepi: Pues oye, fíjate que me descolocó el cambio de sexo de Ellen Page. Toda la vida Ellen esto, Ellen aquello y ahora dice que se llama Elliot y que tiene pene. Estoy perpleja pues dice ser no binaria/o.
Juani: ¿No es eso de que no es ni hombre ni mujer?
Pepi: Eso mismo
Juani: Toncé…¿Pa qué se cambia de sexo?
Pepi: Pues a eso voy. Que esto no es de hacerse un tatuaje leñe. Es que esta juventud y las modas… en nuestra época era llevar un aro en la nariz o en la ceja que ya resultaba transgresor.
Juani: Tú que estás desfasá Pepi. Mi Pili vino el otro día que quería hacerse lo del black alien project.
Pepi: ¿Ese no es el que se quiere quitar una pierna?
Juani: Ese mismo
Pepi: ¿Y a mí me mandan al del coco?
Juani: ¿A cuál? ¿Al neurólogo, al psiquiatra, al psicólogo, al logopeda, al acupuntor, al que echa las cartas?
Pepi: No, no, las cartas no me la echó, me tiró los trastos y me dijo que era sabiasesuá.
Juani: ¡Aaaah, mira tú!
Pepi: ¡Fíjate tú qué cosas! Toda la vida pensando que era una quisquillosa. Mi Paco, bendito sea, ahí comiendo pipas en pijama y viendo al Jason Statham, lo feliz que es. Es que se puede ser feliz con tan poco. Y yo erre que erre en querer ser infeliz. De verdad, hija, qué maravilla el siglo 21, no sé dónde estaríamos ahora si no hubiésemos nacido en el presente.
Juani: Pues Pepi, que no se te suba a la cabeza eso de la sabiasesuá que luego vienen los complejos de Diosa y habrá que bajarte de la nube.
Pepi: Bueno, bueno… ponme 250 gramos de chope, anda, que el Paco me va a decir que le doy demasiado a la sin hueso con eso de que soy sabiasesuá.