«Caso post mórtem, el asesino zombi»: Asistí a una función y a una defunción al mismo tiempo. No quedó nada más que luz en la oscuridad.

«Aprende que no hay cura para el deseo, ninguna cura para la búsqueda de la recompensa, que no hay remedio para el sufrimiento del anhelo de algo, excepto fijando la vista y el oído en aquello que es invisible»
– Helena Blavatsky – escritora, ocultista y teósofa rusa

No es lo mismo un púlpito que un pulpito ni un pálpito que un pal’ pito.

El día se levantó girado y de mala gaita. Llovía lo cual no supone problema alguno de normal, pero justamente aquel miércoles. Tenía una entrada de teatro, con lo poco que me gusta, para ir a ver una obra sobre un asesino en serio y una serie de crímenes pasionales, mucha sangre, algún zombi, mucha locura y sobredosis de lo (a)típico, todo «arrejuntao» en una maraña mañanera.

Me enfundé mis mejores galas después de una noche de sueño reparador. Con la cara hinchada, como la del que ha dormido demasiado de una (es)tirada, preferí no entretenerme delante del espejo para no encontrar lo existente, esto es: muchos defectos de fábrica. Pensé que a los comediantes les importaría menos que nada si el espectador tenía cara de rábano o de pescado frito.

Llegué puntual menos cinco minutos, tal es mi costumbre y la de esperar al prójimo. Me gusta la puntualidad, es una cualidad que, al brillar por su ausencia, los ínfimos destellos de la misma se perciben a leguas y toman un peso excesivamente importante.

En aquel teatro no había nadie, solo estaba yo. Abrí la puerta y entré. El eco de mis pisadas fue hoyando mi seguridad hasta que me hizo revisar el billete de entrada corroborando que era allí: «Caso post mórtem: el asesino zombi» a las 10 de la mañana en negrita cursiva. Me senté y me sentí muy intranquila. La mente empezó a conjeturar. «Es una obra en vivo, tú eres la víctima», «te has equivocado de día», «han anulado la función», «ahora vendrá el zombi por detrás y te matará», «te has equivocado de teatro», «bla, bla, bla».

Con el corazón saliéndose del pecho y las sienes palpitando con una rudeza ensordecedora, me levanté y fui a comprobar el escenario. «Bien, ya estás donde el zombi quiere, tú eres la víctima, no podría ser de otro modo». Oí un ruido que quedó articulado «Si me muestras el punto exacto donde estás voy, si no, no voy.»

Apareció de entre las bambalinas un tipo ataviado de negro:

-Hola, soy el asesino zombi y tú eres mi víctima.

-¡Joder! ¡Lo sabía! Siempre me toca pagar el pato, ¡Qué mierda de vida!

– ¡Qué va, cateta! La función se ha anulado por la lluvia. Ven que te muestro los camarotes.

No era un tipo risueño, pero sí acogedor. Tras el escaneo que suele hacer la mente de las personas desconfiadas, me tranquilicé. El conjunto tenía pinta de seguro, incluso de armonioso. Me llevó con él, lo seguí, me mostró las entrañas de aquel lugar. La oscuridad se llenó de luz. En milésimas de segundo se fundió el mundo y me pareció el zombi más sexy que hubiera existido jamás. Aquel día me enamoré de verdad, sin grandes aspavientos, sin la anunciación de la virgen María y todo el séquito celestial, sin la novena de Bethoven sonando de fondo ni orquesta sinfónica tocando para nosotros.

Puso «Marea» y me mareé de la cuchillada que se clavó en mis entrañas. Fue el único golpe que sentí. La luna a mí también me supo a poco.

9 comentarios en “«Caso post mórtem, el asesino zombi»: Asistí a una función y a una defunción al mismo tiempo. No quedó nada más que luz en la oscuridad.

  1. Avatar de अनत्ता 光 心
    अनत्ता 光 心 dice:

    El gran poeta garabateó, imbuido por el genio:
    No es lo mismo «pulpitos en salsa»
    que «tu pito se empalma».
    No es lo mismo «pitas, pitas, palomitas»
    que pratyabuddhas y paramitas.

    Em quedo amb això:
    «preferí no entretenerme delante del espejo para no encontrar lo existente»…
    perquè si ho recargolo una mica podria dir:
    «no creernos que encontramos delante del espejo lo que en verdad no existe».
    Segurament serà una puntualització força enigmàtica.
    Baby 🎶🎶🎶, baby 🎶🎶🎶.

    Me gusta

    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Desconozco de qué puñalada hablas. A menos que haya sido en los dos últimos capítulos de las ocho temporadas (que no he visto por decencia y por respeto a mí misma), no tengo idea… pero bueno, incluso si hubiera sido en pleno apogeo, no me habría enterado, coñazo supremos ahí donde los haya. Qué tediosa se me hizo.

      Me gusta

  2. Avatar de Joiel
    Joiel dice:

    Palpito de un pulpito el pálpito, macarrones.
    Sin duda una historia de ficción desde el principio, con esa puntualidad imaginativa de quien miente a través de bellas palabras, solo verdaderas en labios del no muerto, figura magistral un tanto tergiversada, me temo, pero que demuestra dominio de la situación, dejándose llevar por lo inevitable, y es que cuando habla el corazón es mejor callar la boca.
    Aunque yo prefiero regalar sabiduría y hablar incluso cuando me dicen «calla» mirándome a los ojos.

    Me gusta

    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Gracias por tus comentarios. Obviamente todo cuanto este blog encierra es pura ficción, excepto lo que no lo es, como por ejemplo mi puntualidad. Es normal que los personajes se contaminen de las virtudes y defectos de sus creadores.
      Lo inevitable es destino, tanto dentro como fuera de la ficción. Cuando te digan «calla» mirándote a los ojos, la mejor réplica es siempre un beso lunático y desenfrenado.

      Le gusta a 1 persona

      1. Avatar de elrefugiodelasceta
        elrefugiodelasceta dice:

        Una muestra de caridad para con la humanidad es callar al que piensa tener muchas cosas interesantes que decir y no las tiene. Es más, es una muestra de bondad incluso para el que es callado. Recuerde señor Joiel, no dice más el que más habla, sino el que más calla, me estraña que no lo tenga como máxima. Sonrisas.

        Le gusta a 1 persona

      2. Avatar de Joiel
        Joiel dice:

        Señora, mi silencio sería egoísmo, sobre todo para quienes tanto merecéis sabiduría. No, no es preciso que te postres ante mí, álzate y avanza hacia la luz, mi dedo guiará tu camino. De nada.

        Le gusta a 1 persona

      3. Avatar de elrefugiodelasceta
        elrefugiodelasceta dice:

        Madre mía… si te pinchan explotas. Hay mucho gas retenido ahí dentro, tírate un pedo y suéltalo, te sentirás mejor. De nada.

        Me gusta

Replica a अनत्ता 光 心 Cancelar la respuesta