«Podremos pensar que, como siempre puede haber una causa más profunda, no vale la pena buscar causas. O decidiremos que, precisamente porque las causas pueden llegar hasta estratos insospechablemente profundos, es imprescindible un método que nos permita desocultar las causas más primarias y básicas posibles, que para otros métodos serían solamente detectadas cuando ya produzcan sus efectos…»
-El camino del Mago-
Tengo que agradecer a Joaquín Rilla, fantástico músico, por este descubrimiento y por sus cinco horas de compañía en la noche intempestiva de la espera. Gracias. Lector, no dejes de escuchar la fantástica canción que comparto al final de este post, una maravilla.
Este fragmento inicial sacado del libro «Casualizar» es el meollo de todo método psicológico y, por fin, ayer se materializó, negro sobre blanco, delante de mis ojos lo que venía barruntando desde que empecé a tomar consciencia del ego y de las causalidades. Nada es casualidad, todo es causalidad.
El ego, la máscara, la parte de nosotros que presentamos en sociedad, es la capa más externa de nuestro personaje. Es reactivo, nunca activo, y es un efecto de otras causas más profundas que lo originan. El verdadero sendero hacia uno mismo es el de ir perforando estratos y encontrando las causas internas que tienen como consecuencia esa misma reactividad.
La importancia del observarse es precisamente ver los efectos que producen en nosotros ciertos estímulos. Estos estímulos son las hebras que debemos asir para seguir el hilo conductor hacia el origen primigenio de nuestras reacciones. Lo llaman despertar espiritual las nuevas modas, o eso he interpretado.
Como dicho en posts anteriores, recalcar la importancia de obtener la radiografía del ego con alguna herramienta de autoconocimiento para poder obtener esa capa externa de protección en la que nos hemos enfundado. De esta manera, ese ego tan perseguido y vilipendiado, nos ha permitido estar aquí y ahora. El ego es la manera que tenemos de salvaguardar nuestras heridas más profundas, esas que hallaremos en las capas inferiores de la psique, algunas de ellas presentes solo de forma inconsciente donde ni el tiempo ni el espacio existen.
El trabajo de toda la vida consiste en ir pelando la cebolla, sabiendo que, una vez traidas a la parte consciente, las reacciones no son ni malas ni buenas, sino que son y son por motivos de seguridad como prevención de la destrucción del ser.
De esta manera, si lo pensamos detenidamente, y el libro viene a reforzar la idea que presento a continuación: estamos ante una fragmentación y compartimentación del «ser». El fordismo no solo afectó a la industrialización y estandarización de los productos gracias a las líneas de montaje. El fordismo afectó profundamente a la concepción del «ser».
Cada situación requiere de una parte de nosotros y llegamos a la autodefinición de «soy esto, aquello o lo de más allá» cuando, en realidad, el camino hacia la curación es precisamente el inverso. En la integración de nosotros mismos está la verdadera curación.
Comprender que no somos solamente una cosa, sino que, en ocasiones, sacamos a relucir una parte de nosotros y, en otras, podemos sacar a pasear otra parte que es contraria a la anterior. Para los que buscamos la coherencia, siempre tirando de lo mental, decir que tal coherencia no existe. En ciertos momentos somos una cosa y en otros, otra completamente distinta incluso contraria. ¿Y qué pasa? La presión de una sociedad hecha de hemisferios izquierdos donde la lógica impera, obliga a ser coherentes, lógicos y por lo tanto íntegros, pero no hay nada tan contraproducente para la aceptación de uno mismo, para la sanación del alma, como intentar compartimentar al ser cuando, en realidad, lo somos todo y a su vez no somos nada.
Volver al origen, en ese camino del Héroe, es dejar de ser el «loco» inicial que nos indica el tarot para volver a ser el «loco» después de haber transitado por la vida. Desprenderse de toda etiqueta, posesión falsamente creída y volver a nos ser nada y serlo todo a la vez. Disfrutar del aquí y del ahora dejando de lado las falsas seguridades es ciertamente el camino que nuestra energía debe recorrer y para ello son necesarias de varias vidas, pues semejante tarea es inconcebible en lo que dura una mísera vida humana.
Así que, el camino hacia la curación del inconsciente colectivo es un camino particular en el que cada uno de nosotros aporta una brizna de luz al mismo. Alumbrar el inconsciente colectivo y crear la inteligencia colectiva es, a mi modo de ver, la última razón de por qué estamos aquí cada uno de nosotros.
La importancia de observarse uno mismo, de autodescubrirse, como las capas de la cebolla…. que perfectamente explicado, que de preguntas y que de respuestas… una nueva y fascinante entrada para reflexionar y para seguir en la ardua tarea de nuestro propio conocimiento. Como siempre, una grandisima entrada. Mil gracias
Y me encantó el tema!!!!!
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Gracias Moly. Espero que haya quedado clara porque es algo que he ido observando y no es especialmente sencillo de poner por escrito. Vamos trabajando, así que seguimos! El tema es una pasada ya te pasaré el que está en acústico, brutal y muy sentido! Un abrazo amiga del alma!
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Si si, ya me lo pasarás, porfa!Me encantó, me quedé como una seda…
Y claro que quedó clara, lo explicas muy bien. Besote y si, seguimos, siempre… 😉
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Me parece fantástica la idea de «alumbrar el inconsciente colectivo y crear la inteligencia colectiva». Aunque te hace pensar en lo verdes que estamos como conjunto; veo a gente muy trabajada, que se conoce muy bien y otra gente (entre la que me incluyo) que recién estamos empezando y tenemos hectáreas por recorrer… Lograr un desarrollo colectivo se me antoja algo complicado (que no imposible), sobre todo porque muchas personas no quieren despertar (o, incluso, no son conscientes de que están dormidas y ven ese concepto como algo místico y extravagante del que muchas veces optan ppr huir).
Me encantan tus reflexiones, son tremendamente interesantes e invitan a pensar y profundizar cada vez más en los temas que expones. Magnífico, como siempre, ¡qué gustazo leerte! Un abrazo inmenso. 🥰😘
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Por cierto, me apunto el libro, tiene pintaza. 😍
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Lo estoy desentrañando, a ver cómo sigue. De momento ha condensado mis sospechas. Es el empujón final, el eureka después de mucho buscar e indagar. Besitos bombón 😘
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Oh! fantástico! me ha gustado mucho.
Gracias por la música.🤗
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Gracias a ti Rosario, como siempre un placer leer tus comentarios 😊
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