Diseño Humano: La entrevista que lo cambió todo

«Conocer tu diseño te da una oportunidad de reconocer el valor intrínseco de tu vida. Te da una oportunidad de ver para qué estás aquí, cuáles son tus dones, de quién puedes disponer porque está ahí para ti. Te permite reconocer todas las cosas que nos importan a los humanos.»
– Ra Uru Hu –

Hubo un antes y un después de la entrevista. Adentrarme en este mundo de autoconocimiento supuso el comienzo del fin y también el final del comienzo. No es un burdo juego de palabras, sé que terminó la primera parte de mi vida útil no hará demasiado. A pesar de lo que esté escrito en las líneas de mi mano que apuntan a una condena longeva, sé que a mi cerebro le quedan entre treinta y seis y treinta y ocho años jugosos. La prórroga se limitará a añadir años a la vida, pero no vida a los años. Así que, a contrareloj, me dispongo a engullir un máximo de información en este poco tiempo que se me otorga y regurgitarlo en forma de belleza y ayuda desde la inacción. Todo cuadra con las conclusiones que he ido sacando (El camino personal: ¿Por qué no debemos ayudar a nadie? Razón por la que cada cual debe salir del pozo solo.)

Cruz de Ángulo Derecho del Servicio (52/58 | 17/18).

Siempre enaltezco el valor del eneagrama por el punto de inflexión que supuso en mi vida. Ahora no podría no redoblar el esfuerzo ante la herramienta de «Diseño Humano» que se está convirtiendo en la base de la aceptación última. No importa nada de cuanto nos dijeron o de lo que pensamos que es. No todo el mundo siente de la misma forma ni tampoco es destino de todos comprender la globalidad. Están los que pasan sin deternerse y los que se detienen sin pasar.

Pienso en un hormiguero y veo que existen los exploradores, como Magallanes, cuyo cometido es descubrir la fuente de alimento, informar a la hormiga de base pura generadora de fuerza en base a una voluntad que nace de dentro, del corazón de plutonio quizás, y ahí estamos, transportando ese saber, ese alimento que se plasma en estas letras lanzadas al vacío. Los receptábulos serán aquellos cuya búsqueda se alinee con la mía. ¿Para qué? Para lo mismo de siempre: iluminar el inconsciente colectivo. ¿Para qué? No lo sé, para que la sombra deje de serlo.

¿Para qué? ¿Para qué? ¿Para qué?… para que dejemos de preguntarnos para qué. Es quizás el final del viaje del héroe de la humanidad entera el llegar al punto de partida habiendo enfrentado todos los desafíos y bajezas de las cuales somos capaces. La creación de la belleza depende únicamente de estas manos y de este corazón humano que late desacompasadamente sumiendonos en la carencia, la frialdad, la evitación. Hacer bascular la nada hacia el todo requiere de un pequeño paso para el hombre y de un gran paso para la humanidad.

Empecé con el corazón pesado, con un hoyo en las tripas, esa concavidad que solo me da tregua por las mañanas cuando todavía nada se ha alineado o todo lo está, según se mire. A medida que transcurren las horas, se va socavando la entereza marmórea del cuerpo dándole protagonismo a la oquedad que siempre estuvo allí y que no se rellena con nada. Pulsa la necesidad de conocerse más y mejor para evitar esta sensación de vacío que anida, desde que tengo uso de razón, en las entrañas.

Es como si la mente se fuera centrando en la carencia y de una brecha naciera el abismo. Contrarresta el empeño de la concentración en lo que sí hay, mas la falta grabó su impronta mucho antes de mi nacimiento y su huella es indeleble.

Cada día es una nueva oportunidad de clavar la mirada en ese abismo tratando de comprenderlo y de entablar una conversación adulta con él, pero ¿Cómo se razona con un niño para el cual el tiempo no existe y el capricho permanece?

Ra Uru Hu no se convirtió en gurú o mentor, sino en transmisor de la verdad. Magallanes fue el que destapó la caja de Pandora y yo… yo soy una mera sirviente tratando de comprender desde mi hermética y pequeña parcela del mundo esta herramienta que siento que alberga una parte nada desdeñable de los misterios de la humanidad.

Dejo la entrevista para los buscadores de luz propia que, como yo, deseen investigar el porqué del cómo.

Tiene que haber un diseño divino, universal. Cuando uno se adentra en este mundo la certeza se convierte en innegable: Dios no juega a los dados. Ahí lo dejo con la introducción incluída.

«La noche del 3 de enero de 1987 en la isla de Ibiza, Ra Uru Hu tuvo una experiencia insólita e inesperada, un verdadero shock. Se encontró con la «Voz». Fue una experiencia aterradora. La Voz dijo: «¿Estás listo para trabajar?» Y durante 8 días y 8 noches trabajó, transcribiendo en detalle lo que hoy se conoce como el Sistema de Diseño Humano. Ra habla del encuentro como una llamada de atención, una educación que le mostró lo ciegas e ignorantes que eran sus suposiciones sobre la naturaleza del ser, el cosmos y la forma en que funcionan las cosas.»

4 comentarios en “Diseño Humano: La entrevista que lo cambió todo

  1. Avatar de Tania Suárez Rodríguez
    Tania Suárez Rodríguez dice:

    Me encanta la idea de «dejar de buscar para qués e investigar el porqué del cómo». Me resulta de lo más interesante esta nueva herramienta de autoconocimiento, pero reconozco que me cuesta entenderla completamente (estoy aún aprendiendo del eneagrama y tiene mucha miga, así que supongo que con esta ocurrirá lo mismo: requiere tiempo, análisis y reflexión). Me guardo el vídeo para un momento de calma en el que pueda (empezar a) entender el sistema. Por el momento, devoraré tus entradas, que ayudan muchísimo a poner luz en la oscuridad. ¡Gracias por compartir! Un súper abrazo enorme.

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