Test de inteligencia intuitiva: ¿Sabes leer a las personas? ¡Solo el 5% puede hacerlo!

Un gancho importante para atrapar la atención del posible lector es alentar la curiosidad del ego. Es buenísimo ver como prácticamente todos queremos formar parte de una minoría que, si es inteligente, mejor. En busca de eso que creemos poseer y que ciertamentes ostentamos, la individualidad, caemos en las trampas más absurdas que alientan nuestro ego, nuestro «no ser» o nuestra máscara. Esta es una de ellas, si estás leyendo es porque te has preguntado en algún momento por qué eras tan diferente al resto. ¿Buscas una razón mental que explique tu diferencia? No la hay, eres diferente porque todos lo somos. No eres más inteligente, si no, no necesitarías corroborarlo con una mierda de test que corre por las redes. Tampoco eres más agudo ni más audaz ni más vivo que nadie porque el que lo es, lo sabe y no necesita reafirmarse.

Soy una acérrima seguidora de los desafíos mentales que terminan en gran decepción por ser una absoluta gilipollez, pero me hacen pasar el rato especialmente cuando no hay manera humana de conciliar el sueño. Ni qué decir tiene que esta noche desvelada he creado mi propio test para mentes privilegiadas con innegables altas capacidades (no os perdáis el super artículo: Las señales gracias a las que descubrí que mi hija tenía el Atlas de Capacidades. Aviso a todos los padres.)

El desafío mental para saber si sois intuitivos y clarividentes no es para cualquiera, pero así nos entretenemos un rato porque de eso se trata, ir tirando y responderle a la vida con el sacral desde la pasividad activa. Es decir que no tenemos que hacer nada más que observar e ir viendo lo que nos apetece y lo que no. Esto es uno de mis hallazgos recientes que siempre he sabido y de ello dan fe los numerosos post que le dediqué a la «pasividad activa» desde que la descubrí leyendo a Krishnamurti, pero que ya sentía desde hace años. Es esta una de las cosas que se mantienen dentro de uno mismo de forma semi-inconsciente y que explica el porqué tenemos «ganas de algo» o todo su contrario. El «sí o no» son claros, el «no lo sé» es un no seguro y después viene la cháchara mental para justificarnos a nosotros mismos por qué un «no» debería ser un «sí» porque así lo tenemos insertado en la mente.

A día de hoy me la puedo explicarme desde la perspectiva del diseño humano como la respuesta sacral, o eso he creído comprender. Mi bla bla bla interno necesita saber por qué, por qué, por qué. Es lo que hay siempre y cuando no me perjudique.

Ejemplo:
¿Te apetece ver a Fulanito?
Respuesta sacral: beuuuurk
Respuesta mental: Tienes que ver a Fulanito, él siempre ha estado para ti y ahora tú tienes que hacer lo mismo porque qué clase de amigo eres? Es de muy buena persona…bla bla bla.

¡No, cojones! Tu cuerpo te está diciendo que a Fulanito no te apetece verlo ni en pintura, y no tiene que ver con él sino contigo por lo que sea Fulanito desprende un tipo de vibración que no te entra ni con calzador. Pues no lo veas. No hace falta explicarse el porqué. NO TE APETECE. Si es un momento en el que no estás para fulanos, pues no estás para fulanos, quizás estés para menganos.

Nota mental: Tengo que averiguar por qué el sacral dice que «sí» cuando no es algo bueno para nosotros. Quizás sí que es bueno para observar nuestras reacciones y el cuerpo dice que sí. Lo preguntaré al oráculo.

Pero bueno, al lío. Nuestro test es el siguiente:

El erizo de Martita, Hermenegildo, apareció muerto el domingo por la mañana. Sarita, su mejor amiga, nos cuenta lo que estuvo haciendo el fin de semana:

El viernes quedé con Martita, uy… estuvimos tomando café, fuimos al mercado. ¡Oye, qué cara está la fruta! Pero sé que a mi madre le gustan los mangos y compré un par de ellos para tener un detalle. Martita me dijo que estaba loca despilfarrando el dinero de esta manera, pero ella no entiende el vínculo que yo tengo con mi madre. No lo entiende porque claro, Martita es muy… muy desapegada, de hecho a veces siento que no quiere saber nada de mí. Somos tan amigas y desde hace tanto tiempo que claro, somos como hermanas.

El sábado estuve fuera todo el día.

El domingo fui a casa de mi madre a llevarle los mangos que le había comprado el viernes en el mercado con Martita. Le encantaron porque es muy difícil encontrar mangos hembras que son los mejores. De hecho mi madre siempre dice que si no hay mangas, mejor no comprar mangos porque los machos tienen muchos hilos que se quedan entre los dientes. Las mangas son más carnosas. Hizo una tarta de mango mientras estuve en su casa y nos la comimos entre todos porque hubo una reunión familiar esa misma tarde. ¡Oye, mi abuela está de lo más bien! Mi tía vino con mis primos y sus respectivas parejas. Jugamos al monopoly… ¡Qué tarde pasamos!

¿Quién mató al erizo de Martita?

SOLUCIÓN
No podemos afirmar con rotundidad que Sarita matara al gato de Martita, lo que sí podemos afirmar con certeza es que Sarita, por lo que fuera, no explicó con el detalle al que nos tiene acostumbrados qué hizo el sábado. Obvió la explicación y, por ello, no hace falta explicación alguna.

Respuesta sacral: No te mola lo que sientes.

Respuesta esplénica: Intuición. Miente.

Respuesta mental: ¿Por qué debería mentir? A parte, Sarita no tiene por qué explicártelo todo. Tiene derecho a la intimidad.

Respuesta sacral: No te mola nada lo que sientes.

Respuesta esplénica: Intuición. Miente, seguro.

Respuesta mental: Eres muy taxativa y muy radical

Respuesta sacral: Rechazo, mala sensación.

Respuesta esplénica: Intuición

Respuesta mental: Acepto. Ya no estoy para el que se niega la verdad a sí mismo, antes de ser monge fui monaguillo, estuve ahí un millón de veces. Me mentí y mentí al resto porque no veía que seguía atascada en el mismo punto de siempre. El espejismo propio de pensar que estaba avanzando en la vida porque otros temas sí estaban evolucionando, pero el más jodido de todos seguía encasquillado en el punto de toda la vida.
Todo el mundo tiene un ritmo y derecho a utilizar su propio tempo, ahora bien, yo también tengo derecho a no querer esta energía en mi vida. Por ahí ya pasé. Y por cierto, ahora comprendo lo que me dijiste hace años porque ahora lo estoy viviendo. Siempre fuiste un cabrón que lo sabía todo de antemano y joder que sí. Estoy en donde tú estabas en el 2019, en el mismo punto viviendo lo que tú viviste conmigo. La única diferencia es que yo no aviso a nadie, sencillamente me aparto y que cada uno siga su camino. Sigo sin confrontar, pero sé lo que me ocurre. Próxima parada: liarla parda ¿Para qué?

4 comentarios en “Test de inteligencia intuitiva: ¿Sabes leer a las personas? ¡Solo el 5% puede hacerlo!

    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Esto lo escribí un día que me levanté con los huevos llenos porque parece que nuestros hijos tengan que ser ministros y que son especiales y que seguro que el mío es demasiado inteligente. El otro día me enteré que a una alumna la había llevado a terapia porque era demasiado responsable para su edad… joder, cuando es mucho, porque es mucho. Cuando es poco, porque es poco. El caso es siempre buscar el «algo» que falla, la explicación y te juro que me vi tan identificada en rebuscar y rebuscar haciendo aparecer cosas que están y punto que dije… mierda, si es que nosotros nos creamos nuestros propios problemas! Un abrazo!

      Le gusta a 2 personas

      1. Avatar de Moly
        Moly dice:

        Cierto, nosotros mismos somos creadores…Pero también hay alguna mierda del pasado, y alguna mierda que nos rodea…..yo siempre pienso que debo madurar y saber como gestionar adecuadamente esas «pequeñas mierdas». Besote!!!

        Le gusta a 1 persona

Replica a elrefugiodelasceta Cancelar la respuesta