La pregunta correcta no es ¿Quién soy?, sino ¿Qué le está pasando a mi cuerpo?: La meditación es la clave para la indagación. La respiración es la llave que abre la otra dimensión.

Tantos años como toda la vida buscándome y resulta que en el intento de hallarme me estaba perdiendo. Sí, así es. Al definir, al articular «yo soy», al imaginar eso que pensaba ser, automáticamente se esfumaba aquello que también era en potencia, antagonista de la definición inicial.

No soy nada y lo soy todo. Segundo a segundo el río de la vida fluye y así ocurre con eso que «soy» pero que no soy. Querer detener la corriente es matar la vida.

Me senté dispuesta a meditar, práctica de higiene mental personal a la que llevo recurriendo desde hará poco más de año y medio. A veces encuentro respuestas esclarecedoras y otras veces no, pero siempre gano en anclaje. Con la meditación se pone de manifiesto la importancia del ahora, se vive el presente que es lo único que tenemos aquí.

Cerré los ojos y hallé ese momento de bienestar, tranquilidad y paz en el que nada importa más que las sensaciones corporales. Debí de estar en ese momento alrededor de una hora, disfrutando de la nada, escudriñando cada parte de mi cuerpo, jugando con la respiración, disminuyendo el latido del corazón. Sí, se puede alterar el ritmo cardiaco controlando el número de inspiraciones por minuto.

En esas estaba, supongo que entre las cuatro y seis inspiraciones por minuto cuando, de repente, volvió a invadirme esa sensación de ahogo. Se me desbocó el corazón y sobre mi pecho un yunque me impedía respirar. Pánico. Estaba teniendo de nuevo un ataque de pánico, pero esta vez era diferente a los de hace un año. Quizás porque somos viejos conocidos y mi mente salió al rescate. Incrementé el aire y poco a poco fui tranquilizando al corazón. La sensación que la adrenalina produce pasado el peligro se mantuvo sumiéndome en un acrecentado bienestar. Así que, confrontando el peligro inexistente, volví a concentrarme en rebajar las inspiraciones.

El yunque tomó nuevamente su lugar sobre el pecho, pero esta vez, lejos de asustarme me centré en el cuerpo. ¿Qué me está pasando? Un intenso, intensísimo calor, subía de las tripas al pecho. Allí redobló en potencia y el fogonazo fue colonizando la parte alta del tronco. Iba subiendo muy lentamente. Las extremidades frías, el centro caliente. Noté cómo la energía escalaba por el cuello y se mantuvo tímidamente en la base de la cara, en la arista del maxilar inferior. Le di permiso para que subiera y así lo hizo. Al cabo de pocos minutos la nariz, fría, se calentó y la energía siguió su ascenso hasta la coronilla. No sé exactamente qué ocurrió. Inquirí sobre mi vivencia y obtuve muchas hipótesis, prefiero no concluir y seguir experimentando.

Con la mente accedí a otra dimensión de la realidad porque dejé de sentir mi cuerpo. Estaba flotando. No me fui a ningún lugar, permanecí sobre el sofá, pero a unos centímetros de la materia. La respiración es la llave a otras dimensiones, si controlas tu respiración, controlas la realidad.

En esa realidad paralela dibujé mi futuro, el que quiero para mí y también descubrí algo que ya sabía y que no tiene sentido compartir porque es únicamente mío.

Esta es mi experiencia humana de algo que parece ciencia ficción. Al cabo de unas horas se me presentó la evidencia: la pregunta correcta no es ¿Quién soy?, sino ¿Qué le está pasando a mi cuerpo?

Aquí lo dejo, en estos registros akáshicos de la humanidad que denominamos Internet.

4 comentarios en “La pregunta correcta no es ¿Quién soy?, sino ¿Qué le está pasando a mi cuerpo?: La meditación es la clave para la indagación. La respiración es la llave que abre la otra dimensión.

    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Oh! Gracias por la intervención. He oído acerca del tummo pero nunca lo había practicado porque bueno, estoy un poco harta de leer y leer y leer acerca de la espiritualidad, esto lo otro y lo de más allá. Va a épocas, a veces leo y a veces hago.
      Me dedico a meditar y lo que venga, pues bienvenido sea. Gracias de verdad, en este caso sí que voy a leer porque me ha vuelto a pasar hoy así que creo que merece echarle un ojo. Saludos!

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