Mi padre es mi sol y mi madre mi luna. Siento la alegría y la inocencia de él, veo su llama, su centro preservado a base de alejamiento. Siento la maternidad y la infinita bondad de ella, su centro más amplio más grande y profundo, más salvaje y animal. Ambos me acompañan, se han instalado en mí. Lo vi ayer, claramente, sin lugar a duda. Soy una extensión de ellos, soy parte de ellos siendo yo misma. Laten en mí todas esas virtudes, se expanden, colonizan mi ser echando todo lo aprendido.
Lo sentí resplandecer en cuanto me vio, se le iluminaron los ojos, esa mirada cada día más apocada que se va apagando con el paso de los años y el cuerpo diminuto casi imperceptible y otrora con presencia de fondo, nunca ruidosa siempre firme aunque alejada. De ella recibí un amor inconmensurablemente tierno y dulce como el algodón. Ella es como esa cama mullida que me acoge cuando todo se viene abajo a pesar de la dureza y una severidad de pacotilla con las que enfrentó la vida. El disciplinado, ella totalmente lo contrario. Una extraña pareja.
Los llevo conmigo, estoy hecha de ellos y por eso brillo. Brillo tanto que me ciego. Y cierro los ojos y recibo la realidad desde la no acción. Soy un receptor de energías. Me traspasan y me alteran. Las proceso y las devuelto. Recibo y retransmito.
Estoy anclada ya. Y no atraigo a mí sino que selecciono desde mí, desde la tripa, desde lo que mi cuerpo sabe que es bueno y lo que no.
Cuando algo es aprendido, no hay energía, cuando es ego no percibo nada, son palabras vacías, no hay mensaje real. En cambio, lo genuino, el dolor, la alegría, la pena, la ira me traspasan y los siento como si fueran míos. El miedo es mío y también puede ser de los demás por eso no puedo diferenciarlo.
Soy un mar de calma y recibo el oleaje sin tratar de aquietar nada, solo recibo, siento y devuelvo, recibo, siento y devuelvo.
Esto es lo que tiene sentido escribir hoy. Nada más.
«Recibo, siento y devuelvo», qué preciosidad, qué maravilla. Hermoso texto, gracias por compartirlo. Un abrazo de los que duran eternidades. 😘
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Sale después de dos horas de meditación. Espero que sea de esos bálsamos de letras. Un eternidad resumida en un abrazo, para ti.
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Tus letrinas siempre son bálsamos. Menudo regalo de meditación entonces.😍
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*tus letras 🤣🤣
Los correctores son como entes burlones a los que le gusta cargarse el momento… 🤣🤦♀️
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Ya que me hablas de letrinas, a los correctores les gusta cagarse en el momento, estoy de acuerdo 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
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🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
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Nada más… y nada menos. Escribir desde las tripas porque, al final, las tripas son una brújula magnifica, ¿verdad? Si las tripas te dicen algo es mejor escucharlas, ellas son uña y carne con el cerebro y saben las cosas que no se atreve a dejar en manos de la boca, tan traicionera ella.
Un abrazo
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Me comentas mientras te comento. Las tripas son maravillosas y cuando aprendes a escucharlas, son la salvación. Un abrazo de vuelta.
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Definirse se torna necesario por momentos.
Pero una definición no debería de ser, necesariamente, una limitación.
Saludos,
J.
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Gracias J. No sé si es necesario, estoy en la experimentación. Un saludo!
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🔆
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Una dulzura, una belleza de texto y de sentimientos por tus padres. Algo así sentí yo la última vez al visitar a los míos esa paz de estar todo bien como está, el agradecimiento a la vida. Me he dado cuenta ahora, al leerte otra vez, que sin estar consciente de ello, me has influenciado en la temática aunque yo he estado trabajando otras emociones relacionadas con mis padres, mi hermana y la muerte, tan presentes en noviembre. Una paz enorme leerte, gracias por la inspiración.
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Tú sí que eres la dulzura personificada Estrellita de mi alma.
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