Desaparecer: Dejar de hacer ruido y aplaudir para disolverse en la multitud.

Es este un momento de la vida en el que mi único deseo es el de desaparecer. Movida por la plenitud, quizás por la carencia de importancia personal, la brevedad y la aceptada levedad de esta existencia, quiero sencillamente dejar de hacer ruido y disolverme entre la multitud alejada de la muchedumbre. Me gusta mi vida de ama de casa donde los días gotean sin pena y con la mayor gloria de todas que es la de estar en paz y tranquila. Mi máxima aspiración es la de preparar un rico plato de comida, dar un paseo por el campo, llegar al final del día sin haber jodido a nadie y sintiéndome plena por no tener que hacer nada para vivir. Se vive sin más.

Cada vez más, se acrecienta el deseo de dejar de escribir porque esta identidad prestada me ayudó a navegar por mis dudas, pero ya no es de actualidad. Una vez creí que sería una gran escritora famosa y todos mis problemas llegarían a su fin porque haría aquello que adoraba: plasmar mis «genialidades» sobre un papel. «Querida… la escritura está al abasto de todo el mundo. Todo el mundo publica, escribe libros y tiene una historia digna de ser narrada. Vivimos en el yo-centrimo y tú formas parte de este movimiento. La mejor inversión de futuro es ponerse en terapia y dejar de pensarse escritora.»

¿A quién cojones le importa nada de lo que piense, haga, sueñe el prójimo? ¿A quién le importa realmente algo que no tenga que ver con él mismo? Sin falsedades y con la honestidad de la que soy capaz hasta mi nivel actual de consciencia, creo poder afirmar a mí seguro que no. Me importa mi familia, la elegida también y para de contar.

Uno, dos, tres… Cuantas menos letras, más likes, cuanta menos ropa, también. Y ahí estamos, vericuetos escuetos y transitables rápidamente. Tiempo de lectura estimado: 1 minuto. Versos de una palabra y muchas líneas. Los poemas se escriben en vertical.

Sueño
Despierto
Dudo
huesudo el miembro sin hueso
duelen los besos
También los versos
que se vierten sin sesos
y se revierten ilesos…

Y así, lo que se quiera imaginar. Todo está permitido, licencia para decir los sinsentidos más gordos porque sencillamente suenan bien. Y si no lo entiendes es que no era para ti. Sobran las palabras y las argumentaciones. Ya no sabemos exponer ordenadamente como un mero ejercicio intelectual. Necesito tener razón. ¿Y qué haces con la razón?, Dime.

Leo a ciertas personas porque me caen bien, me parecen simpáticas, me gusta su forma de expresarse y, algunas, tienen ocurrencias geniales. ¿En qué cambia el mundo? En nada.
Lo que me ha movido a escribir siempre ha sido un sarao mental de tres pares de cojones en el que no me aclaraba ni yo. Los libros que me acompañaron nunca fueron los best sellers de mierda, fast food literario en el que el mantra «leer es bueno» se demolía a sí mismo. ¿Leer es bueno? ¿Abre la mente? Solo hay que ver a algunos de los considerados muy leídos, mierda refinada sí, pero mierda al fin y al cabo.

Algún día llegué a creer que realmente el que leía era un fuera de serie y lo tenía en un pedestal hasta que observé a muchos lectores pedestres y escritores más que rupestres. Premios Planeta que son para mear y no echar gota. Miles de páginas escritas sin mensaje, sin alma, galardonadas por una carrera periodística de muchos años. Pero pasa lo mismo que con la vida, que le echamos años a la vida y le quitamos vida a los años.

Siento que pocos tienen algo nuevo que aportar, todo me rechina, me parece falso, como una pátina reluciente que busca agradar y, aunque no guste y ni siquiera importe lo más mínimo, se mueve un engranaje de burdos intereses porque para llegar a la cima vale más caer en gracia que se gracioso. Y al gracioso de verdad, al que le brillan todavía los ojos y empuña la pluma con el vigor de un adolescente y con la sabiduria de un anciano, a ese le cortan las alas por ser demasiado… genuino. ¿Envidia? Sí, cochina porque ya no me resplandece la mirada y, poco a poco, mueren las ganas de seguir luchando y se incrementan las de pasar sin pena ni gloria. 0% de sufrimiento.

No sé… más causticidad que alcalinizar. Alquimia de pensamiento o sencillamente desaparecer del mapa. Dirección: A la cima de la mierda.

25 comentarios en “Desaparecer: Dejar de hacer ruido y aplaudir para disolverse en la multitud.

  1. Olga dice:

    Este texto está lleno de verdad o de lo que sea, pero aplauso. Si desapareces, o mientras desapareces, espero que te llegue al oído. Supongo que igualmente escribirás allá donde vayas, aunque solo te lo cuentes a ti misma. Gracias, Montse. Acabas de dar voz a un sentimiento que no me es ajeno, aunque sé que es tuyo. Lo bueno de escribir y hacerlo público es que acaba apelando a cualquiera. Es cosa de magia. Un abrazo.

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    1. elrefugiodelasceta dice:

      Desaparezco pero nunca por mucho tiempo. De hecho de Internet uno no puede desaparecer jamás del todo. Creo que cuando me muera e incluso así, se está viendo que no acabamos de morir nunca. Pues nada… a ver en la próxima vida si me reencarno en un pollo que no sabe ni leer ni escribir. Un abrazote Olga!

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  2. cenizasdeaurora dice:

    Tal vez, mi querida Candela, hayas llegado al final de un camino, hayas agotado la escritura introspectiva, la excavación en ti misma, tus emociones, lo íntimo de tu ser, como dices el «yoismo» y lo que necesitas es un cambio, Los escritores pasan por diferentes facetas, temáticas. Quizá necesites eso. Y leer es bueno, siempre es bueno, incluso para hacer ripios del libro. Beso.

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    1. elrefugiodelasceta dice:

      Tal vez, tal vez, tal vez no. Ja, ja, ja! Siempre me acompaña la libreta y la pluma porque sencillamente aprendí a expresarme así, en silencio y gritando. Yo que sé! Mi querida Aurora, gracias por tus palabras. Te mando un millón de besos!

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      1. cenizasdeaurora dice:

        Más en serio, la vida primero que todo es batalla, sin tregua, la muy malvada, pero también es cambio, uno cambia, apetece las transformaciones, y los cambios duelen, castigan, a veces. Quizá estás en una etapa de cambios. Al igual que tú encuentro mucho placer en la cotidianidad, en hacer las cosas de la casa en silencio, sin prisas, pensando en mis locuras, hilvanado historias, o simplemente enumerando las tareas del día. Bendita sea esa paz que cuesta tan poco. Loviu siempre.

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      2. elrefugiodelasceta dice:

        Sí querida Aurora. Estoy llegando a un punto en el que veo que no es necesario hacer nada. Solo disfrutar con las pequeñas cosas de lo cotidiano y esto es cuidar a las personas de las que me rodeo, cada vez son más afines a mí y eso me llena de alegría. Te mando un super beso, lleno de amor!

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  3. Una mirada... dice:

    Mira, ya has tenido ahora mismo una buena razón para escribir: soltar lastre o mierda, si prefieres esa palabra. Retorcerse, cabrearse con todo y todos, además de con uno mismo es tan válido como cualquier terapia. Y tampoco importa demasiado lo que el resto busque, sino lo que busques tú.

    Salud.

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  4. JascNet dice:

    Hola, Montse.

    Has escrito lo que muchas veces pasa por mi cabeza, pero que no llego nunca a plasmar en el papel o en la pantalla. Termina donde empezó y nadie se entera del bullicio mental.

    Llevas mucha razón en tus reflexiones, pero te olvidas que al escribirlas las compartes para que terminemos haciéndolas nuestras. ¿Acaso no es ese el objetivo de la lectura?

    Cada día hay más gente que escribe, más libros disponibles y más premiados por quién sabe cuál interés. Pero eso hace más interesante la búsqueda, entre tanta barahúnda literaria hay cosas muy buenas, sin nombre, sin premios, sin publicidad. Hay que pasar de las modas y las recomendaciones. Como dijo alguien que sabía, la felicidad está en la búsqueda, no en la culminación del camino.

    Te diría que no dejes de escribir, pero eso has de decidirlo tú. Hazlo mientras sigas sintiendo algo al hacerlo, aunque sea rabia por soltar lastre. Lee lo que te plazca, aunque esté mal etiquetado. Ten siempre a los libros como amigos y aliados, nunca como una imposición u obligación. A veces, es mejor abrir los ojos y vivir nuestra propia historia.

    Si así lo decides, seguiré leyéndote, porque tus reflexiones son las mías.

    Abrazo grande.

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    1. elrefugiodelasceta dice:

      Jose! Gracias por compartir. No sé si razón o no razón pero a veces me veo en este torbellino de sinsentido o sencillamente con ganas de hacer «puf» y no dejar rastro de mí. A veces pasa y luego me pongo a escribir en otro lugar y entonces, como por arte de magia, veo que ciertos post ayudan a las personas y entonces… la magia se hizo y vuelvo a recordar lo perdida que anduve yo y lo mucho que me ayudaron los que se habían topado con las mismas piedras…. Así que nada, supongo que seguiré ténuemente emitiendo alguna luz, por si alguien necesita una vela en medio de la oscuridad. Nada del otro mundo, todo muy terrenal.
      Besitos!!!!!

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