LOS DIAS RAROS- Vetusta Morla

¡Ya está aquí!
¡Ya está aquí!
¿Quién lo vio bailar como un lazo en un ventilador?

¡El huracán ya está aquí de nuevo! El huracán de mis adentros que abre los cielos encapotados. Las nubes negras se disipan. Ábrelo, ábrelo despacio y dime qué ves

¡El huracán ya está aquí de nuevo! El huracán de mis adentros que abre los cielos encapotados. Las nubes negras se disipan. Ábrelo, ábrelo despacio y dime qué ves. Abro el cielo despacio y veo rayos de luz cegadora, por fin el cielo se tiñe de un intenso azul y permito que el sol vuelva a regar los campos que se tornan de un verde embriagador.

Ábrelo, ábrelo despacio y dime qué ves… un manatial que brolla de vida en el que borbotean las ideas, las sensaciones, la clarividencia y el alivio.

Sin duda alguna, toca afinar, sintonizar, definir de un trazo recto de una vez por todas. Reagrupar pedazos de esa fina porcelana hecha añicos bajo los nubarrones de su propia existencia. Toca remendar los jirones en los que me he ido convirtiendo a lo largo de los años. Mi colección de medallas y arañazos, medallas por haber hecho las cosas bien a la manera de los otros y arañazos por haberlas hecho bien a la manera de los otros porque cuando se me ha premiado por dentro me he ido desdibujando y alejando de mi misma. Esas medallas no las quiero porque esos arañazos los llevo muy dentro de mí.

Toda moneda tiene su reverso, es inconcebible los reyes magos sin carbón… en vuestro mundo pero no en el mío. ¿Por qué no pueden tener sólo cosas buenas? A partir de ahora mi futuro se viste con el traje nuevo del emperador… invisible pero ¿Acaso es eso un problema? El futuro se va trazando en el presente y si tenemos un buen presente, si trabajamos bien el presente, el futuro será sin lugar a dudas bueno así que invisible por no estar definido pero bueno seguro.

Aun quedan vicios por perfeccionar, esos vicios, esas pequeñas o no tan pequeñas nubes que tapan el sol. Esos días en los que la quietud y plenitud se ve ofuscada por una sensación de ahogo. Aun quedan vicios por perfeccionar, nubes por disipar pero lo iremos haciendo poco a poco, con la punta del zapato, en la intimidad, en el cuidado de nuestra persona con todo el cariño y dedicación que nos merecemos. Sin apresurar, respetando los tiempos propios y ajenos de un trazo recto y de una vez por todas. Así… con ese manantial de ideas, con la luz cegadora que embriaga nuestras mentes, con la potencia de los vientos huracanados y el calor del infierno abrasador. Así las nubes se disipan, aunando poderes, nuestros poderes especiales, la magia que hace que lso astros se alineen «de repente».

Nos quedan muchos más regalos por abrir, seguro porque el mañana empieza ya repleto de sorpresas, buenas sensaciones, la libertad del compromiso, la fidelidad a uno mismo y la lealtad hacia el otro. El compartir desde el centro porque es así como somos, respeto hacia nuestras personas que juntas son la misma indivisible. Son esas monedas que descubren un perfil… Y esas nubes que desaparecen nos dejan por fin entrever los rayos de luz… el cielo azul… el mismo perfil de esa moneda.

 

 

 

 

 

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