Buscando una melodía para tener cómo llamarte porque de latir se ha parado, el corazón que se esconde. Usado, abusado, maltrecho y herido de dudas de amor.

¿Qué es esto que quema en silencio? ¿Qué es lo que ata tanto desatando la duda?

Amar, como principio de amargura con sufijo de dulzura, rotura, tortura
Amarga el amor
Que amaga amor,
Y desprende locura.

Pensando dar, deja sin holgura.
Estrecha el aire del que mete en cintura
De castidad y de castizo castigo 
Al que mendiga abrigo
Al que predica desde su ombligo

El tiempo suspira con penar de amarres
Piensa sin parar en que separar es también amar
Amar dura para siempre
Sin armadura o arma blanda
Arma blanca blandida
Reblandecida por el ocaso de la duda
¿Acaso debe ser así cuando la vida es frenesí?
El freno en sí de la ataraxia que ante la ataxia del mal supremo
donde pasión siempre es veneno
Cercena el ala del cual halaga.
De amaranto se tiñe el arma dura del que ama tanto

Y sin la duda del aludido,
Se desplomó por fin vencido el adulador
que a su cintura me amarró ya aturdido
Me armaré hasta los dientes
¡Diantres! me amaré
Perderé la erre que erre por el camino 
que de piedra en piedra topé de pie me perdí
y amaré sin ama que ame a amo, sino a mí el único sino 

Amenicen el tiempo que amenaza amando 
en el nombre del padre, del hijo y de la humanidad

Amen