«Es importante que recuerdes que no es lo que vives lo que te hace sufrir, sino tu interpretación de lo que vives lo que hace que la herida no sane»
Lise Bourbeau

Sumamos y seguimos. Sólo nos puede traicionar alguien en quien confiamos.

La herida de la traición es una de las 5 heridas del alma que nos marcan a fuego para el resto de nuestras vidas y nos predisponen hacia una manera de relacionarnos con nuestros semejantes.

Determinan también los rasgos corporales y la fisionomía. Así, cuando una herida va sanando, el cuerpo se transforma para dejar paso a la siguiente herida. Hasta que no estén curadas o hayan sido hechas conscientes, seguiremos boicoteándonos y atrayendo a nuestras vidas a personas que incidirán en esa herida. Si la herida ha sido hecha consciente, la lectura de la situación sencillamente cambiará de rumbo. Ante los mismos sucesos, las lecturas serán diferentes dependiendo de la herida que esté expuesta.

La herida de traición es la herida del CONTROLADOR. Por controlador no se entiende al celoso patológico, sino al que necesita tener un manejo en 360 grados de todas las situaciones para evitar ser traicionado.

Me he dado cuenta de que cuando la hice consciente, sin este nombre, con el eneagrama pues es un rasgo del eneatipo 6, empecé a olvidar muchísimas cosas que antes no se me hubieran pasado por alto.

Asimismo, mi cuerpo se encogió haciéndose más liviano y enjuto para exponer una herida más profunda que la de traición y cuyo origen estaba antes que la mencionada que es la de rechazo y abandono. No solo por hacerla consciente la herida sana, es necesario el trabajo de observación pasiva para detectar cuándo estamos reactivos. Con el tiempo, aprendemos a reconocer los momentos dónde esta herida se activa.

FISIONOMÍA

Este prototipo de persona suele ser voluminoso con una tendencia a subir de peso y tener un vientre abultado en los hombres y una espalda desarrollada. Así, el cuerpo siempre en tensión no da la sensación de flacidez sino de fortaleza. Inconscientemente, ocupar sitio es una manera de imponer respeto. Cuanto más evidentes sean los rasgos, más pronunciada estará la herida.

CARACTERITICAS

– Hiperreactividad y agresividad

– Mirada intensa y seductora capaz de hacer sentir especial al que tienen delante. No por estar sintiendo nada ellos sino por el escrutinio al que están sometiendo al otro. En realidad están hipervigilantes y cautelosos y se están fijando en cualquier nimiedad.

– Rabia hacia el sexo opuesto pues normalmente esta herida la provoca el progenitor de sexo opuesto

– La fortaleza física y de carácter

– Esfuerzo desmedido por ser personas responsables, fuertes, especiales e importantes.

-El controlador no desea ver cuántas veces se traiciona a sí mismo, ni traiciona a otros sin percatarse de ello la mayor parte de las veces pues la traición es tan inaceptable que no quiere admitir que pueda ser perpretrador de la misma.

-Las heridas están para recordarnos que si los otros nos han hecho sufrir es porque les hemos hecho lo mismo o bien nos lo hemos hecho a nosotros.

– Se forma rápidamente una opinión de los demás y está convencido de tener razón.

– Poca paciencia con los lentos porque su mente funciona rápidamente

– Siempre lo tiene todo planeado

– Vive en el futuro

– Posee una gran sensibilidad pero no lo parece porque está ocupado en demostrar su fuerza

– Lo que para unos es control, para el controlador es ayuda, «por su bien».

– Manipula para justificar sus fechorías

– No tolera las trampas aunque él mismo las haga