Sobre el equilibrio del desequilibrio: El concepto precede a la esencia. ¿Un poquito de soma, cariño?

«Una cosa es evidente: si, por un lado, las actitudes extremistas provocan entusiasmo, arrastran a los otros, son índices de vigor, por otro, las actitudes equilibradas son por lo general incómodas, a veces desagradables y casi nunca parecen heroicas. Por lo general, se precisa bastante valor (una clase muy especial de valor) para mantenerse en equilibrio pero no se puede evitar que a los demás les parezca una demostración de cobardía. El equilibrio es aburrido, además. Y el aburrimiento es, hoy en día, una gran desventaja.”
– Mario Benedetti –

«Un mundo feliz» yacía sobre el sofá desternillándose de risa a la par que observaba mi neurótica meditación. «Tienes que relajarte, tienes que relajarte, TIENES QUE RELAJARTE» se desgañitaba MariPaz, a la que todos conocéis ya. Los alfa, beta y gamma del teatro me miraban entre líneas sin comprender mientras susurraban «Tómate una pastillita de soma, a nosotros nos funciona bien».

No hay soma que sume, lo mío siempre ha sido un «suma y sigue» hasta el siguiente hito, pero ¿Qué pasa cuando no hay objetivo más que el de ser? El caso es que paso de la gran seca a la gran mojada, al mojón final: ser y estar, copulativos copulando, sin tener, sin querer, sin llegar.

Hay un claro desequilibrio en mi equilibrio ascético imposible de mantener. O todo o nada y el entremedio se desvanece. El péndulo oscila inexorablemente de extremo a extremo, como el tiempo que se escurre entre las desventuras frenéticas que busco porque la quietud me aterra. No obstante, esa tranquilidad es la que me trae de cabeza en esta caza que la mente y las nuevas modas dictan.
Parece que si no hay movimiento externo, dice MariPaz, no hay vida.

Cuando, por razones obvias inherentes a la vida no ocurre «nada», MariPaz se pone nerviosa y provoca catastróficos desajustes para tener un motivo de seguir existiendo y convencerme de que la necesito para sobrevivir en esta jungla llamada sociedad. Pero quien se enfrenta a la sociedad desde un atrabilioso intrincamiento… eso, se enfrenta, el verbo lo dice todo. La sociedad se transmuta en suciedad, la suciedad a la que contribuimos todos con nuestras heces personales.

Cuando el mundo se aquieta, MariPaz se inquieta. Le da por comer frenéticamente para después poder ponerse una meta: perder peso, salir a correr, obligarse a tener disciplina. Otros ardides son ensuciar, desorganizar, procrastinar, buscar y rebuscar una razón para seguir teniendo razones para existir. Sin desazón no hay razón.

Dicen que ninguna máscara dura eternamente y quizás la de MariPaz tenga los días contados. Le doy espacio y tiempo para que se exprese y, desde el rinconcito del alma todavía a salvo de sus tentáculos, la dejo libre para que haga y deshaga. En la pasiva observación, casi sin despeinarme hago el todo y la nada, la vigilo sin ánimo de controlar, solo contemplo al titán llevarse mi cuerpo y mi mente.

He sido, soy, una esclava de este ego llamado MariPaz, quizás lo siga siendo, no lo sé. No sé si es posible detener el péndulo en el centro de su recorrido o lo único que se puede lograr es disminuir la amplitud de las oscilaciones para que el barco deje de cambiar de rumbo tan desacompasadamente.

Quizás el mismo concepto de equilibrio es el que nos haga darnos cuenta del desequilibrio porque quizás este desequilibrio sea equilibrio al fin y al cabo… ¿Lo véis? Pensar es el problema, no hay duda de ello.

Mientras tanto, «Un mundo feliz» sigue partiéndose de risa. «¿Un poquito de soma cariño?»

2 comentarios en “Sobre el equilibrio del desequilibrio: El concepto precede a la esencia. ¿Un poquito de soma, cariño?

  1. Avatar de Tania Suárez Rodríguez
    Tania Suárez Rodríguez dice:

    Voy a tener que bautizar a mi MariPaz particular para poder presentársela a la tuya, estoy segura de que harían muy buenas migas. 🤣

    Llevo lidiando con el binomio equilibrio-desequilibrio desde que comencé mi andadura por el complejo mundo del autoconocimiento. Cada vez tengo más dudas al respecto, pero diría que lo has clavado con: «Quizás el mismo concepto de equilibrio es el que nos haga darnos cuenta del desequilibrio porque quizás este desequilibrio sea equilibrio al fin y al cabo».

    Tal vez el equilibrio es jugar a hacer malabares con cada elemento de nuestra vida mientras nos dejamos llevar, dejar que se caigan todos los bolos y volver a empezar. Y cada vez que los lancemos al aire, estaremos más cerca de lograr un equilibrado desequilibrio que nos acerque más a nuestra esencia y relegue a nuestras MariPaces a meras espectadoras.

    Magnífica reflexión, como siempre. Un abrazo rompehuesos. 🥰😘

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    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Bautiza a tu MariPaz personal y nos presentas. Expectante de saber qué nombre le encolomas. Luego MariPaz y la tuya se van de fiesta al medieval ese a pillar cacho cachas. JAJAJAJA! Hay que tenerlas en cintura a estas y bien vigiladas.
      Querida, creo que llevas lidiando con el (des)equilibrio desde que naciste, jajajaja solo que te has dado cuenta tarde. Proyección. Cachorrito asesino en el metro «¿Y tú qué miras?» como la peli de hard candy… JUAS… la niña asesina. Pues más o menos.
      Gracias por todos tus comentarios de inconmensurable valor, amiga de alma!

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