La bulimia y la anorexia: Dos polaridades para autolesionarse el alma. ¿Cómo te jodes la vida?

Y ¿Cómo te jodes la vida? ¿Qué haces para boicotearte?

Me maltrato físicamente. Depende del momento estoy en el extremo seco o bien en el extremo opuesto, ahogado.

O dejo de comer y la severidad y rigidez se apoderan de mí y trato de reproducir la etapa de la posguerra racionando hasta el caudal de agua que sale del grifo, o bien me reviento la panza a base de lo que haya en casa hasta caer en la pancreatitis aguda.

Le pregunté a mi yo superior que ¿qué cojones me pasaba? ¿Cómo era posible tanta luz o tanta sombra? ¿Por qué o para qué o cómo o de qué manera?
Se hizo el sueco y no hubo respuesta. Interrogué a los ángeles, arcángeles, seres de luz, maestros ascendidos y a todo el séquito. Nada, ni un susurro.

La bulimia sin vómito es una mierda. La anorexia también. Son dos formas de maltrato que todavía no he logrado arreglar porque no las comprendo así que sigo haciendo salvajadas. Creo que es la primera vez que decido escribirlo. A lo mejor es que en otra vida fui hija de la guerra o sencillamente es lo que he visto en casa, ataques furtivos a la nevera y crítica, mucho juicio sobre el aumento de peso y muchas alabanzas a la delgadez, como si estar sequita fuera una razón para que me quisieran más.

Seguramente porque las chicas delgadas son más bonitas y yo soy una apisonadora. ¿Cuándo se me metió esa idea en la sesera? Hará mucho tiempo, tanto como memoria tengo o incluso antes de tenerla. Son cosas aprendidas que los niños recogen del jardín secreto de sus casas. Los entornos tienen hierbajos envenenados.

Igual que no me gusta que el ser humano sea libre de elegir, pues me da miedo que elijan a una más bonita que yo y me entra un miedo inenarrable como un puñal que se hiende en la tripa, me dije que si me hacía pequeña y ligera, la más bonita sería yo y me elegirían a mí. Cosa que no pasó y a la vez sí pasó corroborando mi miedo y mis ideas descabelladas. Me entregué a la anorexia bajo el disfraz de salud: «lo hago por mi salud, me mato de hambre porque bla bla bla, caca de toro». En el extremo opuesto aguardaba la bulimia fregándose las manos: «Tú prívate, controla que ya verás cuando te pegue el revés. Nos veremos las caras. Aquí te espero»

Dicen que el azúcar y toda la comida es un ansiolítico que calma el sistema nervioso. También he oído por ahí que cuando uno no se siente querido, tira de chocolate para calentarse el corazón. No lo sé, de momento no he llegado a tales profundidades y mi «yo superior» no ha dicho esta boca es mía. Voy a tener que zambullirte una vez más en la oscuridad de mi propio cuerpo para encontrar las respuestas. Esto promete otras veinte mil leguas de viaje submarino. ¡Vamos allá!

Es como no ver el mapa del mundo tamaño 2×2 colgado de la pared. ¿En serio que se te pasó? Lo juro, juro que no lo vi.

4 comentarios en “La bulimia y la anorexia: Dos polaridades para autolesionarse el alma. ¿Cómo te jodes la vida?

  1. Esther dice:

    Ay la comida y el peso. Cuando una no come cree poder controlar algo y luego está la ansiedad, el no poder controlar, que parece que se calma comiendo. Yo misma fui medio raquítica de niña, recuerdo un día, que una vecina me agarró en la terraza por los brazos y me dijo mirándome profundamente a los ojos. «Si no comes te vas a morir», no fue así. Recuerdo también que hice mi primera comunión con ocho años, con el vestido que mi hermana mayor hizo con seis. Mi abuela decía que la carne junto al pellejo reluce como un espejo y por eso, porque a mí me faltaba chicha y deslucía me asignaban los retales menos bonitos, mi hermana era guapísima además de muy obediente, superinteligente … ella sí que lucía. Mi suerte, no tener que definirme por eso. Luego llegó la adolescencia y me crecieron las tetas que parecía que iba a ser la Ramona, no fue así pero qué susto!!! eso tampoco me gustó nada, más chicha y menos pecho quizás. Pienso sobre esas cosas y me parece increíble como a las mujeres se nos trata como floreros o carnes para el matadero qué pérdida de tiempo el tener que estar pendientes en esas cosas en lugar de ocuparnos de crecer y vivir con salud y con alegría de nuestras carnes, las que sean. He aprendido a rebelarme contra todo eso, siempre habrá una mas guapa, más delgada, más dócil, más inteligente, más tonta, más lo que sea … joder!!! y si no me quieren tal como soy, yo tampoco los quiero, que le den por …!!!! Un abrazo enorme, cariño, me llegas al alma.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario