Desde que empezara la formación gestáltica, han ido aconteciendo un sinfín de hechos…¿Cómo llamarlos?… sutiles, particulares, ilógicos.
El origen es sin duda conectar el chakra corazón, ahí reside el milagro de la vida. Yo pensaba que por el simple hecho de ser humanos teníamos todos los chakras o centros energéticos despiertos. Me he dado cuenta de que no es verdad aunque tampoco mentira.
No sé cómo es la experiencia ajena, solo puedo atestiguar de la mía. A lo largo de la vida he aprendido a protegerme de la tristeza, no había cabida para ella porque… ¿Por qué?, por miedo, por no estar bien vista la pusilanimidad, por ser un humor de débiles, de víctimas autocomplacientes. Naturalmente, esto es la historia que yo me contaba para evitar a toda costa la tristeza pues nací en una casa donde nadie nunca estuvo triste, sino activo y tirando pa’lante como burros de carga.
La niña que fui aprendió a no estar triste, a no permitirse la vulnerabilidad considerada como una discapacidad del alma, confundida entre los conceptos que nada tienen que ver los unos con los otros. La vulnerabilidad asociada a la fragilidad es un cuento inventado por el ego. La violencia y la agresividad como poder y fuerza es la segunda parte.
Ni una cosa ni otra. Permitirme abrir el corazón y mostrar esta vulnerabilidad al mundo, no a cualquiera de momento, sin la necesidad de sentir que tengo que sostenerlo todo y a todo el mundo, es una descarga de responsabilidad que asumí por cuenta propia y supongo que ajena.
Mirarla a los ojos y mostrar que allí sólo estaba aquella criatura de seis años, en un rincón, acongojada por la oscuridad circundante me sacudió las entrañas y no pude evitar la cascada que siguió. Era imposible cerrar el grifo. ¿Cuántos años de tiranía conmigo misma y luego con el prójimo había mediado hasta toparme con la esencia? ¿Cuántos alaridos de dolor desatendido había tenido que ignorar para «ser fuerte» y poder con todo? ¿Cuánto miedo relegado al final del pasillo, tras aquella puerta que nadie quería abrir, estaba todavía cautivo por mí misma?
Confío en el proceso, sé que estoy caminando despacito y que, inevitablemente se me van presentando las pruebas y los indicios que de manera inequívoca me muestran el sendero hacia un mundo intermedio. Quizás sea un hito tan solo, quizás me quede suspendida entre dos tierras haciendo de puente, quizás tenga capacidad para más. Todavía no lo sé y estoy muy asustada. Este es el obstáculo de ahora, confiar en ese corazón expuesto de dónde emana la luz para poder afrontar estas energías oscuras que parecen rondarme día y noche y cuyo alimento es el miedo que desprendo.
Cada uno tenemos un desarrollo diferente.Hay partes que se pueden activar,no activarlas nunca o desactivarlas…Sólo cuando sómos conscientes podemos elegir.Un besote gordote Montse💗
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bonita! Sí, cada uno ha venido a hacer un determinado trabajo por eso, cada cual sabe los pasos que tiene que seguir. De hecho, cuando uno se conecta con su propia alma, sabe lo que es correcto y lo que no. Un «sí» es un «sí» y un «no» es un «no». La verdad está dentro de cada cual. Recibo el besote y lo multiplico por mil! Bonito día Patricia!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te como!!!❤😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Diría que vas por buen camino…
Ánimo y un abrazo muy fuerte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Jorge. Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Hola, Montse.
Todos los caminos son difícil, por mucho que te digan lo contrario, pero si encima es el camino que necesitas andar para conocerte a ti mismo, será el más difícil de todos.
Como dijo alguien inteligente, solo un paso cada vez, y sin darte cuenta, habrás recorrido un kilómetro. 😉
Mucha fuerza Brujita Norteña.
Abrazo Grande.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Jose! Todos los caminos son, efectivamente difíciles. Lo importante es como bien dices ir andando paso a paso y añado algo de vital importancia: respirar. Muchas veces nos olvidamos de respirar y darnos tiempo para integrar las sensaciones en el cuerpo. La mente no aprende, aprende el cuerpo… gracias a ti por pasarte por aquí. Los tiempos están super removidos y vienen cargaditos de transformaciones bellísimas y muy dolorosas, también físicamente extenuantes. Te abrazo fuerte gaditano!
Me gustaLe gusta a 1 persona