Comportamiento automático: Detrás de cada compulsión hay una creencia inconsciente que excusa y permite perpetuar el hábito. Siempre hay un ¿Para qué sigues haciendo eso? Los beneficios del ego.

Encontré un vídeo muy esclarecedor donde en él una mujer excusaba su comportamiento esgrimiendo que tenía cierta tendencia, costumbre o patrón conductual a hacer lo que hacía. A lo que el tipo, terapeuta o lo que fuera que fuese, le contestó lo siguiente y transcribo, pues me pareció brillante ya que el EMPODERAMIENTO REAL es esto:


«Estás tomando decisiones. No tienes tendencias, no tienes hábitos y no tienes patrones una vez que lo sabes. Un hábito, una tendencia o un patrón es algo que haces y que NO SABES que estás haciendo. Una vez que eres consciente de que ocurre, no es una tendencia, no es un hábito y no es un patrón, es una ELECCIÓN si la perpetuas.
Tu definición de hábito, patrón y tendencia es lo que te PERMITE SEGUIR CULPANDO AL HÁBITO por y para continuar haciendo lo mismo, pues esa es tu definición de hábito.
Una vez descubres que tienes el hábito, según tú, tiene que haber algún proceso especial por el pasar para dejar el hábito cuando en realidad, el descubrimiento del hábito es el final del proceso. El hábito desaparece una vez que te das cuenta de que está ahí y si sigue ahí es porque tú eliges que esté ahí. El hecho de que siga ahí ya no es producto de un comportamiento habitual, sino que es fruto de elegirlo porque tienes una CREENCIA que dice que ESO es «beneficioso» para ti.
Una vez lo llevas a la consciencia, lo reconoces y eso te da la oportunidad de EXPLORAR cuál es esa creencia y por qué crees que esa creencia te sirve.»

Me pareció brillante porque la conversión de niño a adulto conlleva la toma de responsabilidad sobre lo que reproducimos, alargamos, continuamos y lo que decidimos cortar.
Un comportamiento es una compulsión si no se hace consciente, pero como dice el párrafo anterior, una vez lo detectamos, podemos elegir y en esa elección radica la libertad, la responsabilidad y el grado de consciencia de cada uno.

Ver una tendencia como algo inmutable es tomar una postura victimista y está bien, no pasa nada. Decidir no hacerse cargo de ello excusando el comportamiento con un «no puedo dejar de hacerlo» es justificar precisamente la compulsión. Y ojo, no digo que no sea duro darse cuenta, pues cuando estamos inmersos en nuestra rueda de hámster, suele ser muy difícil detener la inercia. Solemos actuar desde la sombra y los hábitos son ciegos aunque muy evidentes para aquellos que nos rodean. Hace falta encontrar un salvoconducto, un cable que nos saque de la centrifugadora, nos apee para así poder observarnos desde fuera.

Dejar de hacer algo es poner intención y atención. Se logra con el examen concienzudo. El hábito se detiene con la respiración, con el sostén de la incomodidad y dejando de actuar como siempre lo hemos hecho. No es fácil porque corporalmente hay una sensación de nerviosismo que se exacerba si no le damos al cuerpo lo que está acostumbrado a recibir: gratificación instantánea (sea cual sea)

Si cada vez que siento el vacío me da por mirar el móvil veo el comportamiento neurótico. Si decido que la próxima vez no voy a mirar el móvil cuando sienta el vacío, mi cuerpo me reclamará la recompensa inmediata con una picazón determinada en el cuerpo. Es ahí donde reside la dificultad de dejar de reaccionar y accionar desde otro sitio. Neuronalmente hablando, hay una sinapsis hecha entre el estímulo y la reacción.
Estímulo = incomodidad corporal, ansiedad, lo que sea
Reacción = mirar el móvil (aunque no haya nada nuevo), comer, moverse, hacer, etc.

Romper este puente entre el estímulo y la reacción es lo que demanda energía. Seguir alimentando el círculo es la elección que excusamos diciendo que es un hábito.

Hacerse mayor implica dejar de excusar el hábito y tomar responsabilidad sobre nuestras acciones y no pasa nada por ello.
«Sí, soy una adicta a tal o cual cosa, soy completamente consciente de ello y estoy en paz con eso». Sin juicio asociado, hay tendencias que no suponen un problema para la persona que las tiene o bien porque no le causan lucha interna o bien porque las acepta como parte de su personalidad y puede vivir con ellas. Seamos claros, cuando el sufrimiento es insostenible nos planteamos el cambio, si no, no. Cambiar significa dejar de ser lo que pensamos y la pérdida de la identidad da mucho miedo, aunque la identidad sea una falacia en sí misma.

Esta última afirmación es una conclusión fruto de un recorrido propio que nadie debe creerse ni tomar como axioma sin haberlo explorado por sí mismo. Adquiriendo mi conclusión como punto de partida propio, estaréis alimentando al ego. Decidiendo transitar y explorar por vosotros mismos vuestra realidad alimentará la esencia. He aquí la gran diferencia de una fina línea prácticamente imperceptible.

Como colofón para cerrar este post, decir que detrás de cada pensamiento (rumiación) o acción automática se esconde una creencia. Una creencia que responde al ¿Para qué hacemos lo que hacemos? Y ese para qué, en realidad es en beneficio del ego y de mantener intacta una identidad para seguir creyendo que somos aquello que pensamos ser.

Siguiendo con el ejemplo del móvil, extrapolable a cualquier automatismo:
El estímulo corporal (que todos tenemos porque eso es la neurosis) es la sensación física y palpable de la incomodidad1
Esa incomodidad estoy acostumbrada a calmarla con la activación de mi dispositivo, ya sea comprobando mensajes, redes sociales, mail o cualquier otra cosa que trate de la verificación de algo que sabemos que no existe.
La creencia que se esconde detrás es que no soy suficiente para sostener esa incomodidad. Pulsa una necesidad de calmar el antojo metiéndole algo externo cuando, en realidad, sentarse y respirar es suficiente para tranquilizar el impulso nervioso. Parece imposible, solo hay que probarlo. Cuando llegue la oleada de necesidad, date cuenta, para lo que sea que estés haciendo, detén el pensamiento que va más rápido que el cuerpo y respira. Todo lo necesario está dentro de uno mismo. Deja de hacer lo que sea que estás haciendo y date cuenta de hacia qué o dónde te lleva la inercia. ¿Qué consumes? ¿Qué pensamientos te asaltan? ¿Qué te duele? ¿Qué emoción surge? Observa y respira, no puede pasar nada más que el impulso se apacigüe, se diluya y desaparezca. Luego vuelve a aparecer, intenta sorprenderte por otro lado y parece que es otra cosa. Detente de nuevo, respira, observa y verás qué sensación aflora. Compara con la anterior, ¿En qué se diferencian?¿En qué se parecen? ¿Dónde las notas?

Un proceso terapéutico acompaña en la observación, ayuda a traer a la consciencia lo que yace en la oscuridad, lo que hemos relegado a la sombra porque no nos interesa ser esa parte de nosotros porque no cuadra con la idea de la imagen que nos hemos hecho de nuestra máscara. Es importante añadirse piezas, unir, componer e integrar también aquellas partes que no son luz, pues de la oscuridad se origina la completud.

La incomodidad, el vacío interior, el agujero negro que se generó probablemente en los primeros 6 años de vida y de lo cual hablaré próximamente. Es el ciclo de necesidades desde un punto de vista bioenergético (libro ternura y agresividad de Juan José Albert) y cómo el niño en su desarrollo va viendo frustrados sus intentos de satisfacer sus necesidades. Esa frustración se acumula como tensión corporal y el niño va aprendiendo a bloquear los impulsos reprimiendo sus necesidades. De nuevo, es un tema complejo que precisa de un escrito dedicado enteramente a la cuestión y ya que mi tesis se basa sobre ello, aprovecharé para resumir el tema en un post para quién le pueda interesar.

8 comentarios en “Comportamiento automático: Detrás de cada compulsión hay una creencia inconsciente que excusa y permite perpetuar el hábito. Siempre hay un ¿Para qué sigues haciendo eso? Los beneficios del ego.

    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Patricia, gracias por tus recomendaciones. Tomo nota porque ahora estoy con 2 libros al mismo tiempo y ya sabes… no quiero caer en neurosis, jajajaja! Te mando un fuerte abrazo y decirte que tus aportaciones tienen un valor inconmesurable.

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  1. Avatar de beauseant
    beauseant dice:

    El famoso: «es que yo soy así», no es que quiera meterte el dedo en el ojo, es que no puedo evitarlo… El problema es que ser conscientes de esas cosas requiere mucho esfuerzo y, la verdad, se va más a gusto por la vida sin remordimientos 😉

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    1. Avatar de elrefugiodelasceta
      elrefugiodelasceta dice:

      Y de oca a oca, tiro porque me toca. Así nos va. «yo soy así y así seguiré nunca cambiaréeeeee». Pues ale morena, date contra la pared tantas veces como sea necesario.
      Un abrazo artista!

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