Hasta este año he pensado que esto de los propósitos era una absoluta pérdida de tiempo porque al final te los terminas saltando. No obstante, la última noche del año pasado realicé una lista de deseos a modo de juego y al terminar el año me di cuenta de que se habían cumplido todos. ¿Cuestión de magia? NO
Mis deseos habían sido escritos en modo universal, no en particular, lo cual otorga un extra de flexibilidad a la interpretación final. No me compré el último modelo tesla xyz, pero sí que cambié de coche. No vino a mí la luz de la sabiduría, pero sí que fui capaz de aprender aquello que tenía que aprender o que estoy «en vías de».
La clave de los deseos es que funcionan como lo hacen los objetivos en las grandes empresas. Cada año hay un presupuesto para el siguiente que marca los objetivos a alcanzar. Lo mismo con la «wish list» así que este año he repetido la experiencia y a ver qué pasa. La lista la quemé a las 00.02 con un ritual que se me antojó hermoso por los tiempos que he decidido vivir.
Los propósitos de año nuevo son los planes de acción que habrá que poner en marcha para lograr que se cumplan esos deseos así que no me parece, en absoluto, la gilipollez que pensaba que era.
Para lograr los deseos 2023:
- Sería bueno empezar a revisar el vocabulario que utilizas en tu día a día para contigo y para con los demás. Hablarse a uno mismo amorosamente es el primer paso hacia el amor a uno mismo y, por extensión, el amor al prójimo. Cuando uno se quiere a sí mismo de verdad, se vuelve invulnerable porque puede comprender a cualquiera. No es un falso amor, es pura comprensión. Por mi inflexibilidad y rectitud de serie, sería conveniente optar por la suavidad del diálogo interno sin caer en la autocomplacencia.
- Romper con los patrones de inflexibilidad y rigidez haciendo consciente a cada momento la postura corporal así como volviendo al presente para tomar conciencia de mi situación. ¿Cómo se hace? Poniendo alarmas en el móvil para que me recuerden periódicamente que estoy aquí y ahora.
- En estos recordatorios habrá uno de los 10 pensamientos positivos que he elegido para que me acompañen este año. ¿Por qué pensamientos positivos?
- Aprender a escuchar mi cuerpo y pausar el parloteo incesante de la mente. Esto se traduce en hacer meditaciones todos los días sin excepción durante los próximos 365 días de duración ilimitada. La meditación pone una distancia entre la mente y el cuerpo y permite escuchar el dictamen de las tripas. Asimismo, cualquier actividad que ayude será bienvenida.
- Hacer la toma de decisiones consciente. No decidir más impulsivamente sabiendo «lo que tengo que hacer». Tomar una distancia temporal para sentir. No me gusta la procrastinación y por eso caigo en el extremo opuesto de «las cosas ya y punto», la patada pa’ lante no es buena para un tipo de personalidad como el mío, seguramente lo es para otros tipos de personalidad que se recrean en la emoción. En mi caso considerar más la emoción solo puede ser beneficioso para saber que las decisiones tienen consecuencias y que suele ser en modo de factura a pagar.
- A modo de experimento comienzo un ciclo 0,0. Nada de alcohol, azúcares refinados o no y cualquier sustancia nociva en el cuerpo para los próximos 365 días. Sé que lo puedo cumplir porque en esto de acatar normas soy la diosa. No tiene nada que ver con la pérdida de peso, es un experimento para ver si realmente uno se siente mejor. Acompaño al experimento de ayunos intermitentes, me salto el desayuno cada día seguro. Los días que esté más yogui intentaré hacer una sola comida al día. Si se puede ayunar un día a la semana bien y este año me gustaría probar el ayuno más largo: Entre 4 y 6 días. Reto personal. Objetivo: todavía no lo tengo claro, sencillamente curiosidad y seguro que ahorro.
- Ayuno de relaciones con el sexo opuesto del tipo que sean por los próximos 365 días y esto es irrevocable e importante para algún día tener una relación sana. Debo examinar conscientemente la soledad, mis miedos personales, mis patrones primero antes de volver a empezar nada. Cultivar primero la amistad, el compañerismo y el conocimiento de sí y del otro es fundamental para terminar con la temporalidad. Examinar a fondo lo que uno está dispuesto a dar, examinar los límites de lo negociable y de lo innegociable es fundamental.
- Escribir un post cada día sin excepción ya sea para hablar de algo profundo como de algo insignificante. Volver a la esencia de este blog y para lo que fue creado en su día: un lugar en el mundo únicamente mío abierto a quien quisiera, pero mío. Con el tiempo y las aventuras lo he ido dejando y retomando así que, como conmigo misma, me he ido dejando y retomando. Tengo un compromiso conmigo misma.
- Además de escribir un post cada día tendré que escribir al menos una página de libro también cada día, en su defecto (tengo que ser flexible porque ese es precisamente el patrón), abrir el nuevo libro cada día para no desconectarme de él.
- Tomarme a pecho y priorizar mi independencia. Dejar de ser un personaje de ficción como Peter Pan o Wendy pasa forzosamente por una independencia familiar. Todavía no he cortado el cordón umbilical y este año toca ya porque uno se hace mayor y ciertos comportamientos rayan en lo ridículo. Si bien he recorrido un largo camino de comprensión, todavía me queda hacer consciente mucho más. Así que en 2023 habrá que elegir un lugar donde plantar el huevo y dejar de errar por el mundo como si no tuviera dónde caerme muerta. Empezar a construir UN HOGAR NO TEMPORAL, un hogar donde sentirme en MI CASA.
Colorín colorado, este post se ha terminado.
01/01/2023