Decir que cada uno de nosotros tiene su propia neurosis. Estamos en una sociedad neurótica porque pocos son los que entran en contacto con su herida de base. Y los que lo hacen es tan solo al cabo del tiempo cuando la neurosis está muy asentada y es difícil desprenderse de ella.
«La experiencia traumática en la neurosis donde alguna vez el niño fue víctima lo trasforma defensivamente en un adulto victimario”.
La neurosis es un fenómeno psíquico que afecta y condiciona directamente la relación que un sujeto establece con el mundo («Cómo es dentro es afuera» y por ello vemos el mundo como somos y no por lo que es). Es una forma de estructuración psíquica de la cual deviene el sufrimiento, actuando bajo un conjunto de síntomas que inevitablemente tienden a la repetición. Se desencadena por un elemento traumático vivido en la infancia que provoca una reacción defensiva inconsciente y cuya huella psíquica es denominada «el fantasma».
Se han estudiado 3 tipos de neurosis
La fóbica:
El fantasma del abandono convierte al sujeto en un “devorador”, el terrible miedo de sufrir la pérdida del objeto amado lo lleva engullirlo provocando, por norma general aquello que está intentando evitar.
La obsesiva:
La obsesión pervierte su pulsión hasta convertirla en tiranía, sometiendo al otro para evitar ser nuevamente maltratado. El maltratado se convierte en maltratador tratando de evitar ser víctima.
La histérica:
El histérico se inserta en el otro para, desde adentro, controlar su deseo, con ello evita ser nuevamente seducido abusivamente.
2. LA NEUROSIS DEL 6 CONTRAFÓBICO
El profundo sentido de la vida es «yo soy aquí y ahora». El niño 6 no vive tranquilo, ni siquiera en el periodo de gestación. La madre que debería transmitir seguridad, «no está» emocionalmente o no está tranquila ni serena. No transmite estabilidad y por lo tanto tampoco confianza en «ser y existir»
Estado de alerta permanente:
No existe algo que sea peligroso, sino un mundo peligroso. Esto limita la experimentación del 6 porque restringe su propio campo de acción. El contrafóbico tiene el impulso de defenderse, es una RE-acción.
El control 360:
El mundo emocional representa el caos y lo desconocido. El estado vigilante se convierte en un modo de vida y la ansiedad en compañera.
La fuerza como defensa: Mostrarse siempre «sin lesión ni daño», inquebrantable, indemne.
«Si soy fuerte, puedo vivir y hasta puedo permitirme ser amado». Con la fuerza se desafía el miedo, se esconde por vergüenza a que se vea. Combatir el miedo es la motivación del contrafóbico y salir vencedor. Desafiando el miedo se aumenta en nivel de autoestima y alimenta el narcisismo y orgullo de sentirse fuerte. Pero el desafiar no implica procesar ni confrontar desde la aceptación del miedo. La imagen de valeroso es solo una imagen. En lo más profundo del ser, existe el temor constante hasta el punto de no poder dormir tranquilo.
La fuerza también incluye la esfera del pensamiento, este debe ser veloz y directo. Organizar, estructurar y entender el mundo cerebralmente (como ahora mismo) lleva al niño 6 a desarrollar unas capacidades cognitivas precoces para su edad. La impulsividad le lleva a pensar que es dueño de su destino.
La fuerza también se expresa frente a uno mismo. Una lucha constante consigo mismo, la polaridad desencadena un superego, un contrincante imbatible. La dureza del autocastigo es la internalización de la figura de autoridad parental.
Se llega a restringir las necesidades, incluso las fisiológicas como comer, orinar, defecar. [los propósitos de año nuevo deben ser revisados]
La fuerza de la razón o la superioridad moral:
Buscar refugio en la actividad intelectual es también consecuencia de la contención temerosa, del ser indirectos, de la vaguedad y del andarse con rodeos y no ir al grano»
Siempre fuerte y valiente:
Es sorprendente el despliegue de energía del 6 sexual. Consigue evitar el contacto con su cuerpo y obviar estilos de vida saludable que forman parte de las necesidades básicas como las horas de descanso. Es un carácter que trata de luchar contra los elementos y hacer todo lo que está en su mano para atacar incansablemente todos los frentes con tal de solucionar o conseguir su objetivo. Esta tenacidad refuerza su narcisismo y le convence de su capacidad de afrontar cualquier tipo de ataque. Se puede confundir con un 4 conservación.
El 6 contrafóbico se defiende solo y además presta protección a quien considera débil y necesitado. Uno es valiente si se compara con otro que lo es menos. Además encuentra en la protección una forma de estar en relación que le sería mucho más difícil desde el amor o la ternura.
El poder:
La fuerza está estrechamente vinculada con la relación con la autoridad. Es ambivalente respecto a la autoridad. La busca porque busca protección y, al mismo tiempo, la desprecia. Es un caos. No acepta la autoridad a la vez que experimenta una lealtad absoluta.
La fuerza en las relaciones íntimas:
En las relaciones íntimas la búsqueda de la fuerza está por encima de la necesidad de ternura y afecto. Está demostrando que no necesita sentirse enamorado, pero en realidad depende del otro emocionalmente. La admiración está basada en el respeto y solo puede respetar aquel que es capaz de sostener los estallidos de temperamento y a la vez tiene una capacidad mental a la suya. Pero dos gallos en el mismo gallinero no pueden convivir por lo que todas sus relaciones terminan en catástrofe. Los débiles porque son débiles y por lo tanto demasiado maleables y los fuertes porque fuertes y ellos no aceptan a la autoridad sobre ellos mismo a la vez que la piden. Todo resulta en estallidos.
En el enamoramiento prevalece el cinismo de nunca creer que los sentimientos amorosos del otro sean auténticos, sino más bien una maniobra manipulativa para obtener de él alguna cosa. Le repelen especialmente las muestras de afecto cuando hay un tema serio sobre la mesa. Duda de sus propios sentimientos que le cuesta hacer conscientes.
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