Adelita y su madre paseaban por el bosque. Los niños tenÃan que volver a la naturaleza y comprender asà su propio origen. Principio y fin.
-Mamá, ¡Mira!
-Sà mi niña, es una mariposa saliendo de su capullo
-¡No puede salir solita! La tenemos que ayudar.
-Sà puede, es natural para ella. Si la tocamos arruinaremos su proceso de transformación
La niña bajó con tristeza la mirada porque la mariposa estaba claramente en apuros, pero aprendió a no hacer nada y a aceptar que los obstáculos son un proceso de vida necesario para la transformación del ser.
MORALEJA
Quien intenta despertar la consciencia en alguien que no se encuentra listo, lo confunde. Hay ciertas cosas que no pueden ser ayudadas, deben ocurrir de adentro hacia fuera y por voluntad propia. Quién está listo para cambiar, busca y encuentra. Quién no lo está puede llegar a perderse. Es mejor no hacer nada.
La metanoia ocurre cuando tiene que ocurrir, ni antes ni después. Hay consciencias que se despiertan poque tal es su sino, y también están las que no espabilan porque todavÃa deben hacer acopio de mucho sufrimiento hasta que les llegue el momento.
Uno cambia porque sufre, si no, no tiene sentido. Uno decide transformarse porque siente que es necesario, porque ya no puede seguir creciendo en esa carcasa mental. Es un acto natural y espontáneo que nace de la necesidad. Cambiar o morir, ni siquiera es una cuestión de adaptación. La adaptación es dolorosa y se vuelve insufrible porque uno es y no puede ser otra cosa que lo que está destinado a ser.
A veces tienen que pasar generaciones hasta que, doscientos años más tarde, a alguien se le enciende una luz y se da cuenta de que «hostias, esto no es mÃo». El sufrimiento es devuelto al universo con una carga de consciencia superior por la que han transitado varias vidas.