El retorno de Quirón con el año nuevo chino: El año del dragón y la herida que supurará hasta la muerte. ¿Hay puerta dorada hacia la curación?

Cuando me quise dar cuenta ya estaba otra vez empantanada con la misma mierda de siempre. No obstante, esta vez no me llegó el agua al cuello por lo tanto exactamente lo mismo no era. Fui capaz de detectar la grieta antes de que se transformara en agujero. Aún así, ahí estaba de nuevo mi fiel amigo: el precipicio bien conocido como… ¿Cómo qué?

No es preciso clasificar, mas sí lo es comprender cómo y dónde se origina el vórtice silencioso que con todo arrambla si no se detecta a tiempo y se le permite campar a sus anchas.

Llegó el momento de descanso en el que la vida seguía su curso en un fluir tranquilo. Me había desembarazado de lo viejo, acogí la novedad. Mi reencuentro con la emocionalidad realmente sentida pintó mi cotidiano con un sinfín de matices. La capacidad de llorar me desbordaba los ojos días tras día. El desequilibrio hacia el sentimentalismo no me molestaba por los años de reclusión y degüelle con los que me hube castigado. Mi cuerpo se redondeó y ya no me importó esa silueta de mujer. Los repliegues alrededor de los ojos y las canas me conferían una presencia sabia del que tiene ya algunos tiros pegados.

Acepté lo bueno y lo malo de la soledad, dejé de esperar al príncipe no por ello negué la necesidad de vinculación y de amor. Me convertí en manantial del cual brollaban a borbotones las ganas de dar y no para recibir, sino por el júbilo que me provocaba la expansión, el tocar, el sentir la piel y la presencia del otro. Es hermoso abrazar la alteridad, me pone en contacto con el momento presente. Bajar al cuerpo es tener un cable a tierra que te amarra. El cuerpo, ese gran desconocido, mi mejor amigo, quería ser explorado de otra manera.

Me sacudí las pulgas y las garrapatas. Algún ente oscuro se me arrapó, pero la salvia blanca logró echarlo. Empecé a tomar en consideración las energías. Mi visión del mundo se transformó por completo. Ya no veía las cosas como aparentaban ser, sino como eran energéticamente. Es otra historia, quizás Maya me lo susurrase también al oído.

Me volví a enamorar de la vida, encontré sustento en mi tribu y en mis dos ángeles. Hallé nutrición en personas que sí eran capaces de sostenerme, que sabían comunicarse conmigo, que me comprendían, que estaban en un proceso similar y, sobre todo, que no me tenían miedo porque ellas habían solucionado sus propios miedos con la vida. A pesar de seguir rechazando, logré vencer el rechazo de mí hacia mí y eso me provocó una gran liberación.

Comencé a valorarme, a ver mi potencia y su parte oscura. Temblando, pero con firmeza, me adentré en ese bosque desertado con la determinación de conquistarlo y construir en un claro mi morada porque desde esa oscuridad, podría moverme hacia la luz. Mi oscuridad era mi mayor poder cuando se transformaba en luz y sí, su vigor daba miedo porque con ella herí a conciencia por ser incapaz de sostenerme a mí misma. Pretérito indefinido de una vida pasada, pero historia al fin y al cabo.

No estaba curada del todo pues llegó a mi vida una señal del cielo que me devolvió a la casilla de salida, esta vez con mayor consciencia. Me topé con una amalgama, un compendio de retales de otras existencias. Trozos de personas ya vividas conformaban aquella roca en medio de la felicidad. Lo iba viendo a medida que me acercaba de ella. No era una roca cualquiera, era Quirón, el retorno del hijo pródigo. Volvía a pasar Quirón repartiendo necesidad, carbón y el muy cabrón no cejaría sus regresos que nos hacían involucionar para evolucionar. A través de los años, me tendría que acostumbrar a verlo venir de lejos y a no confundirlo con una simple piedra, roca, montaña. Era un jodido centauro inmortal que me iba a romper los huevos de nuevo…

Me preparé para la guerra, otra vez. Llamé al dragón como Khaleesi y let’s go… a quemar aldeas. Si has venido a joderme, lárgate porque no tendré ningún reparo en eructarte a la cara. Dulzura de niña.

10 comentarios en “El retorno de Quirón con el año nuevo chino: El año del dragón y la herida que supurará hasta la muerte. ¿Hay puerta dorada hacia la curación?

  1. Avatar de Esther
    Esther dice:

    Quirón es un sabio, un sanador. Tengo por ahí perdido en el blog un poema que me gusta mucho de Hölderlin dedicado al centauro, creo recordar que en La divina comedia también aparece. No, a Quirón no hay que temerle. Besitos Luna preciosa.

    Le gusta a 2 personas

  2. Avatar de beauseant
    beauseant dice:

    No conocía el concepto: «Quirón simboliza el desgarro, la herida, aquello que no nos deja de doler, pero que por esa misma razón nos unifica a la condición humana. »

    Aunque, me gusta más tu concepto, a subirse en el dragón y a quemar aldeas, qué coño 🙂

    Le gusta a 1 persona

  3. Avatar de VdeVersus
    VdeVersus dice:

    Los sentimientos encriptados , como metodo de no exposicion , pero si, me encantan, hace siglos que lo practique (aun que te he de confesar que no sirve de medicina, lo que realmente cura , es la luz del Sol o en su defecto de la Luna), pero una vez mas me quedo con la violencia , aunque sea literaria !!! vamos a quemar aldeas!!
    Ingeniosa y grafica. Gracias.

    Le gusta a 2 personas

Replica a elrefugiodelasceta Cancelar la respuesta