«Eso de amar sin esperar nada a cambio es bonito en los cuentos de hadas. Pero en la vida real, un amor maduro exige un delicado equilibrio entre dar y recibir, porque todo aquello que no es mutuo, resulta ser tóxico»
– Bert Hellinger –
(creador de las constelaciones familiares)
Con esto de las redes sociales los tinders y tenderetes emocionales donde vamos a vender, a mendigar, a consumir instant gramos de caras de libros abiertos por la página de nuestras miserias, se ha abierto la veda para los depredadores emocionales.
Incluso para los que no son depredadores, pero no acaban de estar demasiado finos de la azotea y tienen cierta tendencia al engaño compulsivo. Puesto que cada vez estamos más neurotizados, «tok tok» ¿Te suena?, porque asà disponen los preceptos del nuevo orden tecnológico, y el cambio de rumbo y velocidad, sobre todo la celeridad a la que nos vemos empujados (no sin intencionalidad detrás), es natural que nos sintamos perdidos y desbordantes de preguntas sin respuesta. No tenemos tiempo de procesar la información, somos máquinas de ingerir y regurgitar. Sin integración no hay aprendizaje.
Personalmente, la incomprensión me viene casi siempre del mundo de las relaciones o de las motivaciones de las personas. No entiendo las mentiras ni el porqué de las mismas a partir de cierta edad. Seguro que no importa, el que mienta por algo será y eso no deberÃa afectarnos… hasta que juegan contigo y te ves embarcado en un viaje por el que no pagaste billete. Luego hay que volver al punto de partida y es una jodienda. ¿Con un aprendizaje suplementario? SÃ, seguro, nada ocurre porque sÃ. Entonces para evitar que me vuelva a pasar más de lo mismo, echo mano de la literatura especializada en busca de lo ocurrido.
Al final me doy cuenta de que la respuesta siempre estuvo dentro, que la intuición no falló y que lo único que se necesita, en vez de tanta literatura, es estar más en contacto con el instinto que ya avisó del peligro. Si hay humo, es porque hay fuego. Si el rÃo suena, agua lleva. Si huele mal es que hay mierda.
Con el hambre de amor, la baja autoestima, la necesidad, la desubicación momentánea es fácil jugar, pues nos desmadeja el alma. Ahà están los buitres que huelen nuestra descomposición y van directos a picotear. Es nuestra responsabilidad aprender a reconocer la intencionalidad del que tenemos delante para saber si es de fiar o no. No se trata de ir con miedo, de erigir muros ni de aislarse, sino de aprender a confiar en nosotros a través del cuerpo y de la mente. La inflexibilidad del ego y el orgullo son absolutamente vitales. Aquà sà hay que sacar al león. Tolerancia, espiritualidad y belleza cero ante el abuso. Ya tendremos tiempo de ser buenos y amables, con quién lo merezca, a base de comprobación e intercambio bidireccional lleno (ojo al vacÃo de los mensajes, el viento sopla pero no trae nada consigo).
Es difÃcil cuando la sed aprieta, pues nos hace beber del vaso equivocado. Sin embargo, es de vital importancia curarse en salud y hacer a un lado las promesas en el aire aprendiendo a leer entre lÃneas. Es un acto de responsabilidad hacia nosotros mismos. Vale más prevenir que curar aunque a veces, estamos tan necesitados que pensamos que ya curaremos cuando toque. Sà y no. Prevenir no es acorazar, es tomar distancia para saber si cuando esta persona se vaya de nuestras vidas va a dejar una devastación normal o bien una catástrofe irreparable por años.
Sacado del libro «Amor zero» de Iñaki Piñuel:
ALTA INTENCIONALIDAD + ALTA CALIDEZ EMOCIONAL (relación coherente y proactiva)
- Relación de compromiso e implicación mutua
- Reciprocidad positiva o mutualidad: ambos dan y ambos reciben en la relación
- Los acuerdos y compromisos son claros y explÃcitos
- Los sentimientos son excitantes y se produce entusiasmo mutuo
- La confianza mutua es elevada
- Las recompensas son reales, inmediatas, efectivas y concretas
- El riesgo es mutuamente compartido
- El respeto es elevado y mutuo. La finalidad de la relación es la persona.
BAJA INTENCIONALIDAD + ALTA CALIDEZ EMOCIONAL (propia del proceso de seducción)
- Relación parasitaria de explotación y manipulación: Y por si estás muy perdid@ aquà tienes una guÃa personal para ver si te resuena algo: Las 20 banderas rojas: Sal de ahà corriendo. Lo que no deberÃa permitirse nunca de nadie, la escucha de uno mismo. Reparando el alma.
- Reciprocidad unilateral: el seducido pone todo y no recibe nada. La otra parte lo recibe todo.
- Los acuerdos son difusos, poco claros y borrosos: nunca se sabe a qué atenerse.
- Los sentimientos de ansiedad son intensos: no se sabe lo que va a ocurrir a continuación en la relación.
- La confianza depende de creer en promesas exageradas o irreales.
- Las recompensas siempre se encuentran más adelante, en un futuro que nunca llega y condicionado a avatares
- El riesgo no es compartido, sino unilateral.
- El respeto no existe. Tan solo hay manipulación. La finalidad de la relación es el aprovechamiento de la persona.
Y si tienes dudas, consulta tu caso con un tercero. Somos mejores olisqueadores de la mierda ajena que de la propia.