«Querido Ego, cuando hablas o gritas para llamar la atención de todos porque quieres brillar, lo único que brilla es tu carencia.»
– El refugiodelasceta – (a veces hay que darse bombo, A VECES)

Dediqué tres cuartos de hora a una profunda meditación guiada en la cual me encontré con mis cinco maestros espirituales, cinco llamas danzantes que me acompañan siempre y de las cuales no siempre soy consciente, especialmente cuando el ego arremete con sus pequeños caprichos y llamadas de atención que me desvían del horizonte. A veces tengo que hacer un alto en el camino porque aparece alguna pasión humana, léanse celos, sentimiento de inferioridad, inseguridades o la comparación absurda que no tiene sentido alguno pues todos somos singulares en nuestra individualidad y semejantes en nuestra pluralidad.

Anduve informándome a posteriori sobre la quinta dimensión que no es más que un tipo de vibración que emiten las personas espiritualmente despiertas. La razón por la cual me vi en dicha indagación fue por el enorme contraste experimentado en carne propia entre el propósito divino de cada uno de nosotros como entes de luz y los bajos fondos del ego que nos arrastran a un mundo encarcelado y tenebroso.

De repente, el título de otro video cautivó mi atención: «Atrae el amor» y me quedé en silencio. Sin pensar nada, me partió un rayo: «¡Eureka, lo acabo de entender!»

Instantes antes, había sentido la enorme dicha de DAR. Dar porque te sientes como un manantial del cual se escapa el agua. El receptor es el universo y en particular una personita muy especial gracias a la cual he comprendido cosas de mí misma que jamás hubiera comprendido de no ser por ella (y todo esto sin que ella fuera mínimamente consciente de nada). También el momento es el adecuado, llevo mucho años haciéndome preguntas sin respuesta o bien con respuesta tardía. Todos los que se han cruzado en mi camino, como todos aquellos que se cruzaron en el vuestro, lo hicieron para que aprendiéramos algo. Si el alumno está preparado, entonces aprende, si no, no.

Los últimos meses han sido dolorosos hasta el extremo clínico, pero a partir de cierto punto, todo cambió. Y cambió porque yo cambié.

«Atrae el amor» solo puede ocurrir cuando ya has encontrado el amor. Solo puedes atraer aquello que ya tienes, aquello que emites.

Hablé, no hace demasiado, de la ley de la abundancia (Los 3 pasos de la Ley de la Atracción: Ley de Correspondencia. Inconsciencia, carencia y abundancia.) y cómo perseguimos la abundancia desde la carencia. Cómo perseguimos el amor desde la mendicidad, desde la necesidad. Cómo perseguimos el respeto desde la absoluta falta del mismo. En este caso, polos opuestos no se atraen, se repelen. El que busca no encuentra más que su reflejo y asimismo ocurre con aquello que perseguimos desde la necesidad.

No puedes encontrar fuera aquello que no has encontrado dentro sencillamente porque no sabes lo que es. No puedes encontrar el amor fuera si tú mismo no te has hecho el amor, si no has sido compasivo, indulgente, caritativo. Una vez empiezas a perdonar a esa vocecita que se impone con llamadas de atención y bloquea el tránsito hacia el horizonte, una vez la acoges en tu seno, le das la mano y la llevas contigo y ambos retomáis el camino como uno solo, no podrás experimentar el amor. No podrás tampoco atraerlo. Atraerás otra cosa para que logres comprender que el Amor ya lo tienes, que ESTÁ en todo y que ES. Solo basta con cambiar el concepto: el que nos han inculcado por uno más benévolo y realizable. El Amor está en todas partes porque, sin él, nada existiría. (El Amor incondicional (espiritualidad), el amor relacional (psicología) y el amor filosófico (platonicaos))

El que se siente rico, atrae riqueza. El dinero llama al dinero. El amor al amor, la necesidad a la necesidad, la estupidez a sí misma. Por eso encontramos parejas de personas tan iguales, porque atraes aquello que eres y que todavía no has visto de ti mismo.

Por otra parte «como es adentro es afuera» y solo vemos aquello que SÍ hemos encontrado en nosotros. Si vibras en amor, no solo lo atraes sino que lo ves. Una misma situación podrá leerse de maneras bien distintas dependiendo de quién sea el narrador de la historia. Puede ser el ego, o puede ser la inmensa luz que todos llevamos dentro. Abraza lo que quieras atraer, hállalo primero en ti y después, por arte de magia llegará a tu vida… de hecho es muy probable que ya lo tengas solo que no puedes reconocerlo todavía.