No por favor, no enciendas la luz. TodavÃa no. Espera. Un poquito más. No te levantes ni abras las persianas.… Leer más TodavÃa no enciendas la luz, espera un ratito más
No por favor, no enciendas la luz. TodavÃa no. Espera. Un poquito más. No te levantes ni abras las persianas.… Leer más TodavÃa no enciendas la luz, espera un ratito más
-Me voy a hacer monja, total, ya llevo una vida de claustro. ¿Qué más se puede pedir? Comida y alojamiento… Leer más De las monjas al resto del mundo: AnarquÃa total y sálvese quién pueda.
Cuando comprendà que lo estaba volviendo a hacer, dejé de sentir opresión en el pecho. ¿Quiero ser mala gente? No,… Leer más Enciende el interruptor: No desvÃes la mirada, amar lo que es aunque no sea amable.
Pilar se convirtió en pilar cuando dejó de contar. No solo hasta uno, ni hasta cien sino hasta lo mÃnimo… Leer más Más luz a la sombra: Otro gran zasca en toda la boca. Suma, sigue pero no cuentes más.
De buena mañana oà a los vecinos subir a tender. TendÃan a subir para atender menesteres mucho menos gloriosos aunque… Leer más Capturé un haz de luz: Hazme reÃr con tu brillante iluminación. Apagón.
El dÃa de mi desembarco, un año y medio atrás, me azotó la cara un viento cargado de salitre. Se… Leer más Adiós, adiós, adiós: Hasta siempre My Lorca, mi poesÃa, estatua caduca que se me quedó frÃa.
Me gusta pasear cuando las calles todavÃa no han sido estiradas, cuando el hombre sigue aletargado y pegado a las… Leer más Cuando las calles todavÃa no se han puesto: Amanece que no es gerundio y una retahÃla de mierda dicotomizada.
De entre todas las opciones elegà la más difÃcil, no porque lo fuera sino porque se presentó asÃ, el universo… Leer más EstarÃan para siempre el uno en el otro aunque quizás nunca como uno solo. El pez borrón y cuenta nueva.
– TodavÃa dependemos económicamente el uno del otro. Ella me va a pedir la custodia compartida y va a ir… Leer más Vientos de tormenta: Las eternas preguntas siempre llaman varias veces. ¿Aceptación o resignación?
La sorprendió con un abrazo que ella juzgó demasiado efusivo para ser alguien que no conocÃa. Aún asÃ, entendÃa que… Leer más El precio de no escucharse: perder el tiempo es lo de menos, perderse a uno mismo es lo de más.